Las naciones latinoamericanas de tendencia
izquierdista aún abogan por el marxismo ortodoxo, siguiendo políticas emancipatorias
y redistributivas. El predominio de las políticas de identidad no se ve por
ningún lado.
Sin embargo, Gabriel Boric, el nuevo presidente
chileno, es una aberración al respecto, ya que está tratando de imponer las
complejidades de la izquierda estadounidense en su nación, que es completamente
ajena a tales ideas.
Tal es su admiración por la ideología despierta de los
demócratas que no deja piedra sin remover para complacer a sus amos supremos
estadounidenses y demostrar que es uno de ellos.
La reciente condena a la operación militar de Rusia en
Ucrania es un claro ejemplo de cómo los objetivos de la política exterior de
Chile ahora están más alineados con los de Estados Unidos.
En marzo de 2022, Chile emitió un comunicado
condenando la acción militar de Moscú en Kiev y expresando su apoyo a la
integridad territorial y soberanía de Ucrania. Esta declaración era similar a
las emitidas por Estados Unidos y sus desatinados aliados, y reflejaba la
agenda geopolítica de Chile.
El gobierno de Chile incluso ofreció la nacionalidad a
extremistas financiados por Estados Unidos en Nicaragua que se convirtieron en
apátridas por cargos de “traición a la patria”.
Gabriel Boric recordó que la historia de Chile “enseña
que la defensa de la democracia y los derechos humanos”, así como “la
solidaridad internacional entre los pueblos, va más allá de las situaciones
políticas y forma parte de las normas de civilización indispensables para la
vida en sociedad”. Esto suena como un discurso tomado literalmente del cuaderno
del presidente estadounidense Biden.
Si esto no fuera suficiente, el gobierno chileno ahora
acordó usar su propio ejército para servir a los intereses estadounidenses.
El Gobierno chileno del presidente Gabriel Boric ha
aumentado la fuerza militar del país sudamericano en áreas fronterizas con Perú
y Bolivia, como Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, en un movimiento
para combatir la inmigración ilegal, se informó.
El ejército chileno tiene encomendada la misión de
restaurar el control durante los próximos 90 días en una región inundada de
migrantes, en su mayoría venezolanos, que llegan en condiciones precarias y en
cantidades tan altas que las organizaciones de ayuda social que intentan ayudar
se han derrumbado.
Según el decreto de Boric, las unidades militares
“pueden realizar controles de identidad y detener a las personas que ingresan o
salen por un paso fronterizo no autorizado”, para luego entregarlas a la
policía local.
Si bien esta es la línea oficial, hay un juego nefasto
escondido detrás de esta retórica de "inmigración". Dejame explicar.
Verán, Bolivia ha sido, tanto históricamente como en
la actualidad, una enorme espina clavada en la carne de Washington.
Después de que Evo Morales fuera destituido en un
golpe respaldado por Estados Unidos, Jeanine Anez se convirtió en la presidenta
de Bolivia. Sin embargo, en las elecciones de 2020, el partido de Morales tuvo
un regreso sorprendente y Luis Arce se convirtió en presidente de Bolivia.
Desde entonces, los grupos de oposición respaldados por
Estados Unidos en Santa Cruz han estado organizando 'huelgas cívicas',
básicamente tramando conspiraciones para derrocar al gobierno democráticamente
electo de Bolivia.
Como explicamos anteriormente , desde que el
presidente Arce fue elegido a fines de 2020, el Comité Cívico ha utilizado las
huelgas para protestar contra el gobierno y desestabilizar la economía, táctica
que ha utilizado varias veces desde 2019.
Por lo tanto, el reciente despliegue militar del
gobierno chileno cerca de la frontera boliviana debe entenderse bajo esta luz.
Bajo la apariencia oficial de “controlar la inmigración”, existe una estrategia
encubierta para brindar asistencia militar a los extremistas respaldados por
Estados Unidos que trabajan en Bolivia. Los militares chilenos suministrarán
armas y otro apoyo material a los traidores en Bolivia.
No hay duda de que Estados Unidos ha estado planeando
una revolución de color en Bolivia desde hace algún tiempo. Con la cooperación
de Chile, Estados Unidos podría incluso tener éxito en su misión.
No obstante, sería un serio revés para los crecientes
esfuerzos que están realizando varios países para forjar una América Latina más
cohesionada e integrada. No se sabe si este importante acontecimiento culminará
con el derrocamiento del gobierno boliviano, pero las acciones de Chile
ciertamente agregarán leña al fuego. TFI Global News (https://bit.ly/3JcWM9b)
JORGE TARUD POR CRISIS MIGRATORIA: “¿DÓNDE ESTÁ EL
SEÑOR PRESIDENTE?”
The Times
de Chile (https://bit.ly/3Jg2Spe)
El ex parlamentario enfatizó que a Chile no sólo está
llegando gente de forma ilegal buscando nuevos horizontes, sino que también
delincuentes y narcotraficantes. Llamó al Presidente Gabriel Boric a conversar
con su par de Bolivia para encontrar rápidamente una solución.
El otrora presidente de la comisión de Relaciones
Exteriores y de Defensa de la Cámara de Diputados, Jorge Tarud, cuestionó el
rol que ha tenido el Presidente, Gabriel Boric, en el marco de la crisis
migratoria desatada en el norte de nuestro país.
“Chile vive una grave crisis migratoria, donde no sólo
viene gente en forma ilegal buscando nuevos horizontes, sino que también llegan
al país delincuentes y narcotraficantes”, afirmó Tarud, enfatizando que “la
delincuencia está desatada y, en consecuencia, uno se pregunta ¿Dónde está el
señor Presidente? Él es quien tiene que conversar directamente con el
Presidente de Bolivia para buscar rápidamente una solución”.
A esto, el ex diputado agregó que si el Presidente
Luis Arce no toma medida alguna ante la crisis es porque “puede haber
intencionalidad en el hecho, quizás para abrir otros temas que están cerrados.
Chile también tiene medidas diplomáticas a tomar que no vamos a detallar, pero
las tiene”, planteó Tarud.
“Esto no puede continuar y, en consecuencia, se debe
actuar. Le pido al señor Presidente que tome el teléfono y llame al Presidente
Arce, con quien dice tener una amistad y relación muy estrecha. Señor
Presidente, aquí se trata de Chile. Más allá de cualquier ideología o de
cualquier partidismo que pueda existir en nuestro país o en Bolivia”, finalizó
el ex diputado y ex embajador.
LA REBELIÓN PERUANA
El Espectador de Colombia (https://bit.ly/3JiMnsN)
Hace más de 30 años que la política peruana va cuesta
abajo, en un proceso de deterioro que parece tocar fondo cada cierto tiempo,
pero no da muestras de detenerse. Desde el Fujimorazo de 1992, la dictadura que
inauguró y el final tragicómico del presidente Alberto Fujimori, fugitivo en el
Japón, 11 mandatarios desfilaron por el Palacio de Pizarro, siete de los cuales
cayeron en desgracia y han sido acusados por delitos de lesa humanidad y
corrupción. Dina Boluarte, la abogada que sustituyó a Pedro Castillo hace tres
meses, no está ejerciendo un gobierno efectivo sobre el país porque una buena
parte del territorio —el Perú profundo de la Sierra, el indígena aimara y
quechua, primo hermano de los aimaras y quechuas de Bolivia— está en franca
rebelión.
Con una población aproximada de seis millones (18 %
del total del país), los indígenas peruanos no tienen el peso relativo de sus
congéneres en Bolivia, que suman un número semejante, pero representan más de
la mitad del total. Como los demás pobladores originarios americanos, fueron
sometidos por los conquistadores, sufrieron el yugo de la Colonia y la
Independencia no los libró de la opresión. Pero en los años recientes abrieron
los ojos para mirarse en el espejo de Bolivia, donde sus primos hermanos
ganaron el gobierno hace dos décadas y, contra la resistencia de la minoría
blanca que los dominó por siglos, transformaron a su país en una democracia
vibrante.
El contraste entre el Perú y Bolivia ilustra las
paradojas de la historia latinoamericana. Así como unos países de la región
cayeron bajo las dictaduras militares mientras otros establecían gobiernos
civilistas, las poblaciones indígenas corrieron en ellos con distinta suerte.
Este fenómeno es muy notorio en el caso de los peruanos y bolivianos, que antes
de la Conquista formaban una sola nación bajo el Imperio incaico —que incluía
también territorios de las actuales repúblicas de Ecuador, Chile y Argentina— y
tras la Independencia se dividieron al fundarse Bolivia como un país separado
en el antiguo Alto Perú. Quechuas y aimaras son uno solo en esa parte de
Suramérica, pero sus destinos han sido muy distintos en cada lado de la línea
que separa a Bolivia y el Perú. Mientras en la primera lograron organizarse
políticamente y llegar al poder, en el Perú siguen marginados.
La llegada de Pedro Castillo a la Presidencia en 2021
empoderó a la población indígena y campesina concentrada en el sur del país y
explotada durante dos siglos por la oligarquía de Lima, una de las más
tradicionales y poderosas del continente. La encopetada clique de las 44
familias que emularon a la vieja nobleza colonial y amasaron grandes fortunas
en las plantaciones azucareras y algodoneras, para controlar después el
comercio y el crédito y acceder al poder político, ya no es tan fuerte como
hace 50 o 100 años, pero conserva considerable influencia. Parte de su poder
económico se deriva del despojo sufrido por muchas de las comunidades indígenas
que durante la Colonia disfrutaban de la protección de la Corona española a
cambio de pagarle un tributo y perdieron esa protección al llegar la república,
que en una de sus etapas fue llamada “república aristocrática”.
La discriminación de los indígenas sigue siendo una
realidad en el Perú, más que en otros países de la región. Esto ha dado lugar a
levantamientos, luchas y movimientos revolucionarios, incluyendo el que lideró
el general Juan Velasco Alvarado en 1968, sin que nada de ello sirviera para
democratizar la sociedad. Por esto, la perspectiva de ganar poder político a
semejanza del que sus pares lograron en Bolivia es una motivación central del
movimiento rebelde generado en Cuzco, Arequipa, Puno y demás poblaciones del
sur peruano por la destitución de Castillo. No es una simple protesta ni un
brote pasajero, sino un hito que está cambiando la historia del Perú.
META ESTÁ SUBVIRTIENDO AL GOBIERNO BOLIVIANO MIENTRAS
HABILITA A LA EXTREMA DERECHA
Los partidarios del partido gobernante se ven
despojados de su plataforma mientras el gigante de las redes sociales defiende
a la oposición.
Pressenza de Italia (https://bit.ly/3mxslSs)
Meta, la empresa propietaria de Facebook, ha bloqueado
una gran cantidad de cuentas y grupos como parte de su programa "Adversarial Threat" .
El gigante de las redes sociales dijo que “eliminó tres redes CIB (comportamiento
inauténtico coordinado), en Serbia, Cuba y Bolivia, dirigidas a personas en sus
propios países a través de muchos servicios a través de Internet y vinculadas a
gobiernos o partidos gobernantes en cada estado”.
Pero la gente en Bolivia discrepó con esto por
preocupaciones sobre la libertad de expresión. Según un informe de los medios locales de Kawsuchen
News , “en diciembre de 2022 se
eliminaron 1.041 cuentas de Facebook, 450 páginas, 14 grupos y 130 cuentas de Instagram.
Todas las cuentas prohibidas pertenecían a simpatizantes del Movimiento al
Socialismo (MAS-IPSP), el partido de gobierno Los que estaban baneados no han
podido volver. La excusa dada es acusarnos de 'comportamiento inauténtico
coordinado'”.
Como señaló el autor del informe, Oscar Alfaro, “la acusación de 'comportamiento inauténtico
coordinado' es un concepto basado en algoritmos orientados a la conveniencia.
Sin embargo, tales algoritmos no pueden discernir el comportamiento social y
grupal simple. En el caso de Bolivia, los activistas han utilizado las redes
sociales como plataforma para brindar una alternativa a los medios nacionales
que están dominados por grupos de derecha”.
Meta afirma que está defendiendo a “miembros de la
oposición”, pero, en la práctica, esto significa permitir que estos mismos
grupos publiquen abiertamente discursos
de odio y discriminación racial contra los grupos minoritarios de Bolivia.
Estos son los mismos grupos responsables del golpe de Estado en Bolivia de 2020
que instaló el gobierno de extrema derecha de la (ahora ex) presidenta
provisional Jeanine Anez. Y Meta lo hace con el pretexto de que, en su opinión,
son los simpatizantes del MAS los que se hacen pasar por “guerreros digitales”,
hostigando a la oposición y denunciando masivamente sus publicaciones.
Muchos críticos han llamado fascista al régimen de
Anez, y no es una hipérbole. Los nazis literales de Alemania encontraron un nido en
Bolivia después de la Segunda Guerra
Mundial y plantaron sus semillas en el país, particularmente en su parte
oriental. Esa es ahora la base de operaciones principal de la oposición
política actual, que ha cometido una letanía de abusos contra los derechos
humanos.
Por ejemplo, la
masacre de Sacaba, que dejó 11 muertos y
unos 98 heridos después de que policías y soldados dispararan contra los
manifestantes que denunciaban la destitución antidemocrática del expresidente
Evo Morales y la instalación de Añez. También estuvo la masacre de Senkata por parte de las fuerzas de Añez, que también
dejó otros 11 muertos y un estimado de 80 heridos.
Ese mismo mes,
familiares llevaron los ataúdes
de los muertos en los ataques por la ciudad de La Paz, y Añez ordenó
reprimir la marcha. Las milicias armadas también quemaron la Wiphala , un
símbolo comúnmente utilizado como bandera que representa a los pueblos
indígenas de la región de los Andes, en plazas públicas durante la agitación
política. Áñez instituyó esta violencia con el “Decreto 4078”, que era
esencialmente una licencia para matar a los manifestantes que fue tan
flagrante que incluso fue denunciada por
la organización occidental de derechos humanos, Amnistía Internacional . Con
este decreto, su régimen absolvió de toda responsabilidad a las fuerzas armadas
del país.
Eso sin mencionar los eventos violentos que tuvieron
lugar antes de que ella tomara el poder en primer lugar. Tras la renuncia forzada del diputado del MAS Víctor
Borda al cargo de presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, los
manifestantes torturaron a su hermano y quemaron la casa de su familia.
Hablé con Oscar Alfaro como seguimiento a la
inquietante decisión del Meta de defender a los
“opositores”, que siguen
cometiendo actos de violencia e insurrección . Me dijo que “la acusación de supuesto comportamiento
inauténtico no tiene sentido en una red social que promueve grupos. Los
términos del servicio no prohíben tener amigos con las mismas opiniones
políticas y usar la plataforma para difundir información objetiva y
desacreditar noticias falsas”. (Facebook
es conocido por permitir que se
propaguen noticias falsas en idiomas extranjeros además del inglés debido a la falta de
personal calificado y un sistema de IA defectuoso).
También dijo que
“todas las cuentas prohibidas eran legítimas y perdieron todos los
recuerdos acumulados a lo largo de los años, fotos y videos personales sin
opción de descargarlos en este momento, que técnicamente son nuestros datos
personales, y confiamos en estas plataformas como Facebook e Instagram para
tomar decisiones justas”.
En cambio, aunque Meta afirma ser objetivo, claramente
está inclinando la balanza a favor de los elementos profascistas en Bolivia
mientras margina a los miembros y simpatizantes del partido gobernante
Movimiento al Socialismo (MAS). Esto interfiere gravemente con los asuntos
internos de Bolivia y ayuda a los grupos que cometieron violencia política sin
sentido mientras estaban en el poder,
frustraron la libertad de expresión
y masacraron abiertamente a
activistas pro-MAS.
Meta y sus empresas, como Facebook, Instagram y
WhatsApp, son plataformas extremadamente poderosas e influyentes para grupos
políticos de todo el mundo. Al marginar al MAS, Facebook está preparando el
escenario para un posible resurgimiento fascista, y así, una vez más, sumerge al
país sudamericano en años de violencia y caos. Áñez y sus
colaboradores están sentados en prisión
por sus crímenes contra el pueblo boliviano. Son criminales, probado por una
investigación exhaustiva y pública.
Las plataformas digitales, como las alojadas por Meta,
fueron extremadamente útiles para las organizaciones que buscaban movilizarse
contra Anez. Esto finalmente condujo a la elección del actual presidente Luis
Arce, miembro del MAS, y puso fin a las fuerzas fascistas prooccidentales que
torturaban al estado plurinacional. Sin estas herramientas, o con estas
herramientas operando activamente en su contra, las fuerzas pro-MAS se verán
gravemente perjudicadas y la balanza del poder podría inclinarse hacia los
elementos criminales de extrema derecha.
Una y otra vez, Meta ha demostrado ser un facilitador
de las fuerzas reaccionarias y de extrema derecha en todo el mundo, así como un
promotor de noticias falsas, especialmente en espacios de idiomas extranjeros.
Es una plataforma que ha tenido participación verificable en numerosas
atrocidades. Ayudó a difundir el
discurso de odio en Myanmar , lo que condujo a la violencia posterior contra la
población musulmana rohingya en el país. También ayudó a permitir la organización de los
disturbios en el Capitolio del 6 de enero de 2021 en Washington, DC, que fue esencialmente un
intento fallido de golpe por parte de la extrema derecha y proporcionó un vehículo para el movimiento
antivacunas.
Es por ello que países como China y Rusia han
bloqueado el acceso al sitio, viéndolo como nada más que un arma de
desestabilización, e incluso la Unión
Europea ha implementado legislación para
combatir sus efectos nocivos. Eso es bastante comprensible ya que Meta ha
revelado que no es una plataforma objetiva para que las personas se conecten,
sino que ha resultado en un daño grande e irreversible para la sociedad civil
en todo el mundo. Lo que está sucediendo ahora con Bolivia es solo el último
ejemplo, y aún está por verse qué tan gravemente Meta dañará la estabilidad del
país sudamericano en el futuro.
“EL PROYECTO NO ES TOMAR EL PODER. ANTE EL PODER NO TE
EMPODERAS, TE REBELAS”
Intervención de la activista feminista boliviana María
Galindo en el Encuentro Internacional Feminista ‘We call it feminism. Feminismo
para un mundo mejor’, organizado por el Ministerio de Igualdad
Contecto y Acción de España (https://bit.ly/400PlHZ)
Les cambio el derecho al voto por el derecho a la
redefinición radical de lo que se entiende por política.
Les cambio el derecho al matrimonio igualitario por la
abolición del matrimonio.
Les cambio el derecho a la inscripción del delito de
feminicidio en el código penal por el derecho a no ser asesinadas.
Y les sugiero que si les preocupa la trata de
personas, especialmente a las españolas y europeas acá presentes, luchen por la
abolición de la Ley de Extranjería y no por la criminalización de las
trabajadoras sexuales. Y por si acaso esa lucha no puede darse en el contexto
de sus sistemas políticos nacionales porque esas cosas no se deciden acá.
Este preámbulo no es retórico, sino un llamado a
preguntarnos alevosamente: ¿qué hacer? No qué hacer con los derechos, sino qué
hacer con la política.
Agradezco la invitación que me hacen, estoy aquí
porque no puedo despreciar ningún espacio de habla, pues vengo de un país que
en el mapa mundial no existe, donde además soy paria y mi trabajo está sujeto a
polémicas y persecuciones continuas.
No puedo negar que me ha extrañado la invitación
viniendo de un Ministerio.
En esta mesa de Derechos Humanos me encuentro
desubicada.
Mi trabajo no se enmarca dentro de lo que llaman
Derechos Humanos.
Y mientras lo digo me pregunto; ¿a qué le llaman
Derechos Humanos?
Le llaman Derechos Humanos muchas veces a ese
conglomerado de luchas peligrosas y subversivas, a las que por su fuerza no
pueden borrar, pero que también por su peligrosidad para el orden social
constituido prefieren catalogar como luchas por los derechos humanos.
Prefieren premiarlas y domesticarlas. Con la etiqueta
de Derechos Humanos intentan despolitizarlas, suavizarlas y expulsarlas del
campo al que realmente pertenecen, que es el campo de la invención de nuevas
formas y raíces de política.
Mi oficio no es la lucha por los derechos humanos,
sino la invención de prácticas políticas feministas masivas, desde abajo y
desde fuera del estado, y que tienen la fuerza de construir una gigante empatía
social antifascista. Es a eso a lo que me dedico, y es eso lo que me embarra de
pies a cabeza, pero también es eso lo que me permite estar marcando huella
histórica en mi país.
Tengo la capacidad de hacerme entender con una
sociedad entera y sumar esperanzas luchando por cosas muy concretas y pequeñas
que el Estado y los partidos políticos desprecian como pequeñeces y que yo nombro
como política concreta.
Considero que la comprensión de los feminismos como la
lucha por los derechos es una trampa agotada en la que no hay que caer.
No es que a los Derechos Humanos les faltan los
derechos de las mujeres para completarse.
No es que en clave interseccional a los derechos de
las mujeres les faltan los derechos de las mujeres expulsadas del universo
blanco heterosexual.
El problema no son los derechos para las trabajadoras
sexuales, las trabajadoras del hogar o las mal llamadas migrantes. Migrantes
que no son otra cosa que exiliadas de economías neoliberales donde no hay
trabajo. Migrantes que no son otra cosa que expulsadas de territorios de saqueo
ecocida de donde solo puedes huir.
El problema no es sumar derechos a los Derechos
Humanos para que sean más humanos.
Agendar derechos sector por sector y universo por
universo en una suerte de relato épico de búsqueda de reparto o ampliación de
derechos por parte de los Estados es perder tiempo histórico, energía vital,
creatividad política y capacidades que es urgente gastar en otro proyecto y en
otro lado.
Y como si fuera poco seguir hablando de derechos es
aburrir a la gente y ser cómplice de provocar la apatía social generalizada por
la ausencia de ilusiones movilizadoras.
No hay política, hay privatización de la política.
No hay democracia, hay machocracia.
No hay democracia, hay democracia basura donde no se
decide nada con el voto.
No hay elecciones, hay escenarios de marketing
electoral.
No hay estados nacionales soberanos, hay un proyecto
supraestatal colonial capitalista al que se supeditan los estados. Donde los
gobiernos son meros administradores.
Por eso hay que hablar de política y no de derechos.
Pero si quieren hablar de derechos, hay que decir que
son retóricos, porque no es lo mismo enunciarlos que ejercerlos.
Si quieren hablar de derechos, hay que decir que es
una discusión chantajista: te los doy, te los quito, o te los recorto y mutilo.
Si te dan derechos, no puedes cuestionar la estructura
sistémica que te los otorga. Porque los derechos te colocan en el lugar de
cliente del sistema y no de sujeto.
Si quieren hablar de derechos hay que decir que se
segmentan por orden de prioridad e importancia, y que quienes estamos a la cola
esperando los nuestros estamos ya cansadas de tanta postergación histórica.
Si quieren hablar de derechos hay que decir que el
capitalismo nos ha quitado la soberanía sobre nuestros cuerpos, por lo que
habría que hablar de recuperar lo perdido y no de obtener lo nuevo.
El problema no son los derechos que faltan sino su
definición misma, su pretensión de universalidad en un mundo pluriversal.
No se traguen el cuento de que universal quiere decir
para todos, todes y todas.
Universal quiere decir europeo, blanco, imperial,
colonial y de una única matriz civilizatoria entendida como modelo de sociedad
y modelo de democracia único que debemos acatar y copiar.
Resulta que hasta los Derechos Humanos sirven de
instrumento de medición colonial.
Por eso se puede criticar a Maduro y Ortega, –que está
muy bien que se los denuncie y critique–, pero no se puede denunciar lo que
hace Israel o EEUU.
Las violaciones a los derechos humanos cometidas en
Europa o por Estados europeos no cuentan como barbarie, no cuentan como
violación. No son denunciables como dictadura racista, dictadura capitalista o
dictadura extractivista ecocida.
Aquí el problema son los dueños y las dueñas de los
Derechos Humanos y lo que declaran humano respecto de lo que declaran animal,
lo que declaran legítimo y digno de vida respecto de lo que declaran daños
colaterales.
Estamos en Europa con un mar Mediterráneo convertido
en una fosa común donde, como lo hicieron ya en el siglo XVI, son despojados de
su condición de humanos masas humanas sin que nadie o muy pocos se atrevan a
decir algo a riesgo de ser criminalizados como Helena Maleno, acusada de
tráfico de personas por intentar salvar vidas en el mar.
Los organismos de Derechos Humanos emiten un discurso
que es perverso, que es una máscara para tapar la muerte, que es una hipocresía
necesaria para que nadie se atreva a tomar conciencia de lo que se está
haciendo realmente.
Se está matando en el Perú, y ese no es un problema
nacional de ingobernabilidad, sino que es para que el orden colonial mundial
pueda seguir su curso y esas muertes sirvan en toda la región para seguir
controlando la extracción de materias primas en las condiciones que los Estados
alemán, chino, ruso o norteamericano lo impongan. Imposiciones donde el Estado
español juega un papel de guarda de seguridad de la puerta de la discoteca.
El problema no son los derechos, sino los mundos y
proyectos políticos.
Estoy aquí desubicada.
Huelo a ají picante.
Mi pasaporte huele a cocaína; sustancia ilegalizada
para que en Colombia, México o Bolivia eso nos cueste una narcoguerra
sangrienta cuya única solución posible es la legalización de las drogas y la
despenalización de la hoja de coca que se niegan a discutir, porque nuestras
muertes no valen en la contabilidad de violaciones a los Derechos Humanos.
Huelo a litio.
Huelo a Amazonia incendiada.
El olor a oro y plata del siglo XVI no se me han
quitado aún del cuerpo.
Estoy aquí desubicada,
No quiero hacer lobby en Ginebra por los derechos X, J
o P.
No quiero buscar una audiencia con los dueños de los
Derechos Humanos para decir que somos humanos y humanas aunque vengamos de
Bolivia, Haití o cualquier otro destino borrado del mapa de lo humano.
No quiero que se jacten con mi lesbianismo
tercermundista y me brinden apoyo internacional que consiste en palmaditas en
la espalda a cambio de que se sientan más civilizadas.
Me dedico a pensar y construir un proyecto
despatriarcalizador, anticapitalista y anticolonial, que rebalsa todo discurso
de derechos; sean estos de mujeres, de animales, de trans o de maricas.
Pueden acusarme de perder la perspectiva de lo
posible.
Yo les acuso de aburrirme.
Disculpen que les falte el respeto temático de esta
forma.
Aunque dicen que hablamos el mismo idioma no parece
que nos entendiéramos.
En estos escasos diez minutos que me dan es todo lo
que puedo decirles.
Para terminar, un pedido: deseo que le cambien el
nombre a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Me gustaría que la nombren de esta forma: Declaración
Retórica de los Derechos de los que los Europeos consideran como Humanos.
El proyecto no es tomar el poder.
Ante el poder no te empoderas.
Ante el poder te rebelas.
El proyecto es hacer la revolución.
Muchas gracias.
LA AYUDA REAL A LAS VÍCTIMAS DE LAS DICTADURAS ES
RECUPERAR LA DEMOCRACIA
Los presos políticos son un capital de negociación y
presión de las dictaduras, que usan para obtener beneficios internos con el
miedo que imponen para continuar detentando el poder, y réditos internacionales
con los intercambios y facilidades
Infobae de Argentina (https://bit.ly/3EYK0sm)
Por Carlos Sánchez Berzain.- Ante el destierro de
presos políticos y el despojo de ciudadanía por parte de la dictadura de
Nicaragua, muchos gobiernos ofrecen refugio y ciudadanía a las víctimas, que
sin embargo no tienen condiciones de sobrevivencia fuera de su patria. Con gran
solidaridad y propaganda, los líderes y gobiernos democráticos se limitan a
tratar los efectos de estos crímenes y de los que cometen las dictaduras de
Cuba, Venezuela y Bolivia, pero no atienden el problema que es la existencia de
las dictaduras, que impone como única ayuda real la recuperación la democracia.
El destierro y despojo de la nacionalidad, mientras
mantienen presos, torturados y criminalmente condenados a otros, son el
“terrorismo de Estado” con que la dictadura de Nicaragua detenta el poder
indefinidamente y pretende la impunidad de Daniel Ortega, Rosario Murillo y del
grupo de delincuencia organizada trasnacional que integran. Son la metodología
común y uniforme en las dictaduras el socialismo del siglo XXI o castrochavismo
que bajo la jefatura de Cuba oprime y amenaza a los pueblos de las Américas.
La comunidad internacional, líderes, gobiernos,
estados y organismos internacionales, parecen haberse acostumbrado al reporte
de presos y exiliados políticos, a las migraciones forzadas y manipuladas, a
los procesos de linchamiento judicial, las denuncias y pruebas de tortura, a
los exilios y gravísimos crímenes que producen las dictaduras de Cuba,
Venezuela, Bolivia y Nicaragua. A la fecha se han certificado 1.076 presos
políticos en Cuba, cerca de 300 en Venezuela, más de 230 en Bolivia, y más de
50 luego del destierro de 222 en Nicaragua.
Los presos políticos son un capital de negociación y
presión de las dictaduras, que usan para obtener beneficios internos con el
miedo que imponen para continuar detentando el poder, y réditos internacionales
con los intercambios y facilidades. No hay dictadura sin presos políticos y no
hay preso político que no sea torturado física y/o psicológicamente. Los presos
políticos como poder efectivo de las dictaduras son en verdad secuestrados y la
mejoría o cambio de su condición es resultado de negociaciones con el crimen
organizado.
Por eso las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y
Nicaragua han creado y administran el sistema de “puerta giratoria” que ha sido
descrito por el Foro Penal Venezolano como “la situación en la que mientras se
producen liberaciones de presos políticos, al mismo tiempo o a los pocos días
se producen nuevas encarcelaciones, por lo que el número de presos políticos se
mantiene constante”.
El destierro significa la “acción o efecto de echar a
alguien de un territorio”. Se define como la “pena que consiste en expulsar a
alguien de un lugar o territorio determinado para que temporal o perpetuamente
resida fuera del él”. El Articulo 7.1. inciso d) del Estatuto de Roma tipifica
como “crimen de lesa humanidad la deportación”. Deportar es “desterrar a
alguien a un lugar, por lo regular extranjero, y confinarlo allí por razones
políticas o como castigo”. Es un acto de fuerza y violencia.
El destierro, deportación o exilio es un crimen de
lesa humanidad que impone a las víctimas un sufrimiento extraordinario porque
fuerza a la persona a abandonar su casa, su tierra, su familia, sus bienes, su
empleo, su forma de vida, sus relaciones y su entorno. El daño emocional es
irreparable, el daño político es inmediato y el castigo económico es
extraordinario por la pérdida de lo poco o mucho que puede tener el desterrado
en su medio natural y por las condiciones de indefensión en el lugar donde debe
sobrevivir.
El cambio de la condición de preso político por la de
desterrado o exiliado puede interpretarse como de una mejoría relativa, pero no
como liberación. La libertad es la “facultad natural que tiene el ser humano de
obrar de una manera o de otra y de no obrar, por lo que es responsable de sus
actos”. En democracia la libertad es “el derecho de valor superior que asegura
la libre determinación de las personas”. Y por eso el desterrado o exiliado no
es libre.
Ayudar a que los desterrados tengan un documento de
identidad porque además han sido privados de su nacionalidad y siguen siendo
perseguidos, contribuir a que puedan tener un documento de viaje o un lugar
donde permanecer, otorgándoles incluso la ciudadanía de otro país, son actos
políticos -importantes y de urgencia- que atienden los síntomas y auxilian la
violación de los derechos humanos, pero no son solución para las víctimas ni
para la sociedad de la que están siendo forzosamente arrancados.
La ayuda real y el cumplimiento efectivo de las
obligaciones internacionales consiste en atender la causa y no solo los
síntomas. La causa son las dictaduras de crimen organizado trasnacional,
establecidas como narcoestados que bajo jefatura del régimen de Cuba controlan
e imponen su prácticas de terrorismo de Estado en Venezuela, Bolivia y
Nicaragua. Los presos políticos, los desterrados y los pueblos oprimidos
recuperarán la libertad cuando recuperen la democracia en su países y puedan
vivir en ellos con dignidad y sin miedo.
AMÉRICA DEL SUR INTENSIFICA ESFUERZOS PARA CONVERTIR
LITIO EN BATERÍAS
Financial review de Australia (https://bit.ly/41OMenZ)
Las naciones sudamericanas están intensificando sus
esfuerzos para avanzar más en la cadena de suministro de vehículos eléctricos
aprovechando su vasta riqueza mineral, ampliando la capacidad de procesamiento
y centrándose en la fabricación de vehículos.
Argentina, Chile, Bolivia y Brasil planean coordinar
acciones para convertir más litio extraído de la región en productos químicos
para baterías, así como pasar a la fabricación de baterías y vehículos
eléctricos, según la subsecretaria de Minería de Argentina, Fernanda Ávila.
El impulso en las principales regiones productoras de
América del Sur refleja una creciente tendencia mundial de las naciones ricas
en recursos para trazar un rumbo que se aleje del mero suministro de materias
primas hacia actividades de mayor valor para impulsar el crecimiento, aumentar
los ingresos y aprovechar al máximo sus dotaciones de recursos.
En Asia, Indonesia, la potencia de los productos
básicos, ha presentado su ambición de convertirse en un centro mundial de
baterías para vehículos eléctricos a medida que se dispara la demanda de un
transporte más ecológico.
“Tenemos que prepararnos para lo que viene y ser
capaces de adaptarnos, comenzando tal vez con las células, trabajando hacia la
industrialización y llegando a las baterías”, dijo Ávila en una entrevista
desde Toronto, donde es parte de la delegación argentina que presenta en la
conferencia anual. Conferencia mundial de minería PDAC.
El llamado triángulo de litio de Argentina, Chile y
Bolivia representa más de la mitad de los recursos mundiales de litio, y tanto
Brasil como Argentina tienen experiencia en la fabricación de automóviles. Esa
podría ser la base de una plataforma regional de movilidad eléctrica, dijo.
Hasta ahora, América del Sur ha tenido un éxito
limitado al pasar a productos de litio de mayor valor, y mucho menos fabricar
baterías o vehículos eléctricos a escala comercial. Pero la voluntad política,
los cambios tecnológicos y las tensiones geopolíticas pueden ayudar en su
impulso.
La guerra de Ucrania y las preocupaciones sobre el
dominio de China en partes clave de la cadena de suministro están acelerando la
fragmentación de los lazos comerciales tradicionales y estimulando los
esfuerzos para fomentar las industrias locales, especialmente aquellas involucradas
en la transición energética.
La Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU., que el
presidente Joe Biden promulgó en agosto, está impulsando a los fabricantes de
vehículos eléctricos en todo el mundo a producir más vehículos en América del
Norte y asegurar los minerales clave para ellos fuera de China, en particular
en países con acuerdos de libre comercio con el Estados Unidos como Chile y
Australia.
Argentina presenta su caso para la inclusión de IRA, a
pesar de no tener un TLC con EE.UU. Pero el enfoque está en agregar valor en el
hogar, dijo la Sra. Ávila.
El país ha establecido un grupo de trabajo con sus
tres principales provincias mineras de litio, y recientemente amplió el alcance
al agregar otras entidades gubernamentales y representantes del sector privado.
El grupo ha comenzado a discutir la reserva de cuotas de litio para uso
doméstico, cuyos precios probablemente estarían vinculados al mercado
"pero de alguna manera preferenciales".
El fabricante de automóviles chino Chery quiere
construir una planta de baterías y vehículos eléctricos de $ 400 millones ($
592 millones) en Argentina en medio de una carrera por los suministros de litio
andinos.
Jujuy, una de las tres zonas productoras de litio de
Argentina, está en conversaciones con una empresa de China para fabricar
cátodos para baterías en la provincia, según el gobernador Gerardo Morales.
Jujuy también está trabajando en un marco provincial más amplio con recortes de
impuestos para atraer inversiones.
La idea es sentar las bases para fabricar baterías
localmente, y Ganfeng Lithium y Gotion High-tech de China ya expresaron su
voluntad de ayudar. También hay mucho interés por parte de empresas europeas,
asiáticas y estadounidenses, dijo Avila.
“Agregar valor es fundamental para nosotros”, dijo. “Sabemos
que la industria actual está creciendo y hay mucha presión y volatilidad de
precios. Pero se trata de aprovechar al máximo esta ventana de oportunidad, no
solo enviando carbonato de litio”.
“PALMASOLA, UN PUEBLO PRISIÓN”, LA CÁRCEL COMO ESPACIO
ESCÉNICO
Coproducción entre Bolivia y Suiza, la experiencia
site-specific se desarrolló en la ex cárcel de Caseros y retrató con crudeza la
atmósfera pesadillesca de la prisión situada en Santa Cruz de la Sierra.
Página 12 de Argentina (https://bit.ly/3ZEjltr)
Mientras varias personas forman una fila en el
perímetro de la ex cárcel de Caseros, un chico se acerca y le pregunta a una de
las organizadoras del Festival Internacional de Buenos Aires si están por
filmar una nueva temporada de El Marginal; ella le explica de qué se trata la
experiencia y aclara que las entradas para el estreno ya están agotadas. Un
rato después otro joven se suma a la fila, saluda a sus amigos y empieza a
narrar lo que podría ser el guión de una película: “El FIBA en realidad está
organizado por un grupo de presos que van a tomar nuestras identidades para
poder fugarse; nosotros vamos a quedar adentro y ellos afuera”, dice mientras
algunos lo miran con cierto nerviosismo.
Otros fotografían los vidrios rotos de la fachada o
hablan de la duración del espectáculo (120 minutos) y deciden ir a comprar una
botella de agua. Esa es la antesala de Palmasola, un pueblo prisión,
coproducción entre Bolivia y Suiza que retrata con crudeza la atmósfera
pesadillesca de esta cárcel situada en Santa Cruz de la Sierra. Palmasola aloja
alrededor del 36% de los presos de Bolivia, entre ellos asesinos, violadores y
narcotraficantes. La experiencia site-specific comienza en la vereda, cuando a
los espectadores se les coloca un sello en el brazo y se los insta a pasar con
gritos rudos que representan las lógicas poco amigables del sistema
penitenciario.
El público atraviesa el umbral que separa el penal del
mundo exterior y se amontona en el hall para escuchar el inicio de esta
historia: un suizo es detenido en el aeropuerto por tenencia de cocaína y va a
parar a Palmasola. Varios espectadores echan mano de sus abanicos para atenuar
el calor asfixiante de la tarde, hasta que una de las rejas se abre y el grupo
recorre los pasillos lúgubres que desembocan en el patio. En ese breve trayecto
el edificio-monstruo se despierta y abre sus fauces; hay algo de la energía del
lugar que inmediatamente se inscribe en los cuerpos de los presentes, y esos
pocos minutos de aglomeración con 30°C permiten preguntarse cómo será el hacinamiento
real que padecen los reclusos.
La pieza aprovecha al máximo las posibilidades del
espacio: cada rincón del patio es utilizado para narrar la vida en los
pabellones (el PC2 aloja a las mujeres, el PC3 a los presos de máxima seguridad
y el PC4 a los privilegiados). El punto de vista es el del hombre suizo, blanco
y hegemónico que inmediatamente recibe el apodo de “gringo” o “basura blanca”.
Palmasola pone en primer plano ese espacio-monstruo y la interacción con los
cuerpos, no sólo de los 6 mil reclusos encarnados en los cuatro actores (Jorge
Antonio Arias Cortez, Omar Callisaya Callisaya, Mario Tadeo Urzagaste Galarza y
Nicola Fritzen) sino también de los espectadores, que deberán desplazarse por
todo el lugar para ver las escenas.
Hay un gran despliegue físico de los intérpretes, con
varios segmentos de lucha y baile, una escena crudísima titulada “Palmayoga” en
la que se representan diversos métodos de tortura y uno de los momentos más
logrados donde se ilustra la masacre del 14 de marzo de 2018 que dejó un saldo
de siete presos muertos (según datos oficiales, aunque se habla de una cantidad
mayor) y que muchos redujeron a simple motín. El art. 73 de la Constitución del
Estado Plurinacional de Bolivia establece que “toda persona sometida a cualquier
forma de privación de libertad será tratada con el debido respeto a la dignidad
humana”, pero la realidad está mucho más cerca de lo que anuncia uno de los
personajes: “acá los derechos humanos no existen”.
Palmasola recrea una mínima parte de la violencia
cotidiana que viven los presos, la lucha de clases interna, los abusos,
extorsiones y la complicidad policial en la violación de los derechos humanos,
pero eso basta para abrir preguntas y reflexiones sobre los sistemas de castigo
y el funcionamiento de las instituciones represivas. ¿Alguien puede
rehabilitarse en un lugar como Palmasola? El cartel de ingreso anuncia “centro
de rehabilitación”, pero muchos aseguran que en verdad funciona como un máster
en crimen organizado. Aquí el teatro muestra su capacidad de denuncia y expone
los matices que no pueden verse cuando los temas se abordan únicamente en
términos de héroes y villanos, extirpándole a los fenómenos toda su
complejidad. Esta obra contribuye a echar luz sobre esos grises.
MEDICINA NUCLEAR FAVORECE EN BOLIVIA A MILES DE
PACIENTES
Prensa Latina de Cuba (https://bit.ly/3mxirzV)
El Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia de El
Alto cumple hoy un año de fundado con más de nueve mil 555 atenciones, según la
Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN).
La directora de esta estructura especializada,
Hortensia Jiménez, aseguró que este resultado marca un hito en el país
altiplánico al poner al alcance de la población de menores ingresos una
tecnología de punta para la lucha contra el cáncer.
Según datos oficiales, el 77 por ciento de los
pacientes que recibieron tratamiento en el Centro se recuperaron con autonomía,
es decir, con capacidad de trabajo, afirmó Jiménez en entrevista concedida al
canal Bolivia Tv.
Ubicada en la zona de Parcopata, Distrito 8 de El
Alto, la instalación demandó una inversión de 50 millones de dólares en su
construcción civil y en el equipamiento.
“Lo más lindo es ver a las personas humildes entrar al
Centro y recibir un tratamiento con el PET (tomografía de emisión de
positrones) y el acelerador, con la misma posibilidad de otros ciudadanos que
pueden tratarse en el exterior, es lo que más satisface a la ABEN”, expresó
Jiménez.
Cuenta esta institución con las áreas de Medicina
Nuclear, Radioterapia, Braquiterapia Oncológica y Quimioterapia Ambulatoria
para atención integral de los pacientes de cáncer, lo cual permite la detección
temprana y la aplicación de un tratamiento oportuno.
La información estadística obtenida en 12 meses de
trabajo permitirá al Ministerio de Salud desarrollar políticas en la lucha
contra los padecimientos oncológicos, subrayó esa cartera.
Jiménez describió que de los servicios prestados el 64
por ciento fue de radioterapia externa, o sea, con la utilización de los
aceleradores lineales, la atención más solicitada por las cajas sanitarias y el
Sistema Único de Salud.
Agregó la autoridad científica que un 20 por ciento de
las prestaciones correspondieron a oncología clínica, nueve puntos porcentuales
a nutrición y psicología, tres unidades sobre 100 a medicina nuclear, tres por
ciento a radioterapia interna y una unidad de 100 a terapia del dolor.
Sobre la procedencia de los atendidos, Jiménez precisó
que llegaron de diferentes departamentos del área urbana y rural, pero que un
15 por ciento corresponde a zonas del campo.
Respecto al sexo, advirtió que la mitad de los
enfermos fueron mujeres con predominio de cáncer del cuello uterino (24 por
ciento) y de mama (19 unidades sobre 100).
En los hombres atendidos, el siete por ciento presentó
afectaciones prostáticas y un cinco por ciento en cabeza y cuello.
Una institución de este tipo funciona también en Santa
Cruz y en breve La Paz dispondrá de otro moderno Centro de Medicina Nuclear.
BARBIE SE HACE BOLIVIANA CON POLLERAS Y TRAJES TÍPICOS
EN MUESTRA EN LA PAZ
Entre las representaciones culturales se colocaron
varias parejas de Barbie y Ken con las vestimentas multicolores de danzas como
la morenada
Expreso de Ecuador (https://bit.ly/3Yp9KFj)
Barbie, una de las muñecas más famosas del mundo, se
hizo boliviana y se engalanó en su aniversario 64 con las prendas más vistosas
de las culturas indígenas y danzas folclóricas de Bolivia, en una exposición de
alrededor 3.000 unidades con representaciones de otras figuras mundiales.
La exhibición se realizó en un hotel en el centro de
La Paz, en donde el comité de organización inauguró el evento con un solemne
corte de cinta, esto después de tres años debido a la pandemia.
La muestra, que reunió a una decena de las
coleccionistas más importantes de la ciudad, estuvo casi a tope por la gran
asistencia de mujeres de distintas generaciones, adolescentes y niñas que no
dejaban de observar las decenas de dioramas o maquetas temáticas.
El ambiente era efusivo ya que muchos de los
asistentes no dejaban de tomar fotografías ni de señalar con los dedos una y
otra vez las particularidades de las muñecas más antiguas hasta las más
innovadoras.
En esta ocasión "estamos 'bolivianizando' a
Barbie", la empresa Mattel "hasta hoy no ha hecho una muñeca
boliviana" y por eso "queremos mostrar nuestra cultura", dijo
Yesenia Pérez, una coleccionista que tiene más de 1.000 muñecas.
FOLCLORE Y CHOLITAS
Los dioramas que destacaron al mismo nivel que los
demás fueron los dedicados a la cultura boliviana y un cuadrilátero con Barbies
que representaban a las "cholitas luchadoras", mujeres aimaras
dedicadas a la práctica de la lucha libre.
Además estaba la maqueta de un pequeño restaurante en
el que la composición del lugar, integrado por Barbies y también el muñeco Ken,
se servían platillos de la gastronomía boliviana.
Entre las representaciones culturales se colocaron
varias parejas de Barbie y Ken con las vestimentas multicolores de danzas como
la morenada, diablada, kullawada o waca waca, entre otras, así como vestimentas
de los andes, valles y amazónica del país.
En tanto que en otro diorama, dos Barbies vestidas de
cholitas y con dos trenzas largas en el pelo simulaban un combate de lucha
libre sobre un cuadrilátero, ante la mirada de otras que hacían el rol de
espectadoras.
Las cholitas "representamos a la mujer
boliviana" y antes "no había una representación" así de Barbie,
dijo la luchadora Ángela, que hace siete años se dedica a esos combates, y es
hija de Ángela "la folclorista", quien le heredó esa pasión.
SÍMBOLO DE REVOLUCIÓN
En uno de los puestos estaba la exhibición de Juana
Martinet, una coleccionista de accesorios de Barbie entre los que destacan unos
2.000 pares de zapatos junto a una cantidad similar de carteras y perfumes, que
sumados a otros artículos muestran la transformación que tuvo Barbie en el paso
de las décadas.
Martinet dijo que los materiales han cambiado con los
años, que al inicio eran "rústicos" con pocas variantes y que poco a
poco se han vuelto "sofisticados".
Algo destacó esta recolectora de reliquias de Barbie
es que es un "símbolo de revolución" ya que la muñeca muestra que el
rol de la mujer no limita a "aprender a ser mamá".
"Barbie es mamá, Barbie es astronauta, es
periodista. Barbie es (mil) profesiones que la mujer puede llegar a ser,
incluso presidenta", remarcó Marinet.
La Barbie vino al mundo en una Feria Internacional del
Juguete de Nueva York el 9 de marzo de 1959 a través la empresa Mattel.
La creadora Ruth Handler notó que mientras su hijo
tenía muñecos de pilotos, bomberos o policías, en el caso de su hija las
opciones se reducían a ser mamá o cuidadora, por ello creó una muñeca que
mostrará a las niñas que "podían ser lo que quisieran", según la
reseña de la firma.
Anualmente se venden unos 53 millones de ejemplares de
la muñeca en más de 150 países del mundo.
CABEZA DE CORDERO, PLATO FAVORITO DE LOS NOCTÁMBULOS
BOLIVIANOS
Barrons de Francia (https://bit.ly/41MOlZz)
En una mesa en la esquina de una calle en Oruro, en el
oeste de Bolivia, los noctámbulos se preparan para comer un plato favorito
promocionado como una cura para la resaca: cabeza de cordero asada.
Los comensales nocturnos saborean cada parte de la
cabeza, usando sus dedos para sacar bocados de carne y cerebro.
Doris Cuba está "siguiendo la tradición"
iniciada por su abuela al servir el platillo todos los viernes a domingo de
5:00 pm a 6:00 am.
"No lo encontrarás en ningún otro lado, menos en
un restaurante chic", dijo con una sonrisa la mujer de 48 años.
Una vez limpias y salpimentadas, las cabezas de
cordero se cuecen en un horno de leña durante siete u ocho horas y luego se
comen con pan y guindilla.
“Mi abuela las vendía envueltas en papel periódico,
con la piel, la lana y todo”, cuenta Cuba, quien pela la calavera horneada
mientras aún está caliente y luego la abre para que sea más fácil de comer.
En la era de su abuela, los clientes partían los
cráneos ellos mismos "en el suelo o contra una pared".
Las hermanas atienden a un flujo constante de clientes
durante las noches frescas del altiplano boliviano, que a 3.700 metros (12.000
pies) tiene temperaturas de verano de entre seis y 19 grados Celsius (42-66
grados Fahrenheit).
En una noche reciente, una docena de comensales se
alinearon frente a un recipiente humeante lleno de cabezas cocidas, ansiosos
por comer carne tierna por el largo tiempo de cocción.
Los clientes usan tenedores para perforar los globos
oculares del cordero, enviando un líquido negro que sale a chorros de las
pupilas.
Cuando se muerde, la textura se asemeja a las
mollejas.
La consistencia cremosa del cerebro es "como
mantequilla", dijo la hermana de Cuba, Claudia Arispe, de 40 años.
Pero la lengua es la más codiciada y se la conoce como
el "postre" de la cabeza.
"Es una cabeza de oveja, pero tenía que
probarla", dijo el estudiante Ángel Pacheco, de 25 años, sobre su primera
prueba del plato.
No es solo una tradición boliviana, la cabeza de oveja
se conoce como "sonriente" en Sudáfrica, apodada así por la forma en
que se exponen los dientes del animal mientras se cocina.
“No hay mucha carne pero la verdad es que es bastante
exquisita”, dijo Iván Niño de Guzmán, de 46 años, empleado de
telecomunicaciones.
Dijo que era importante comer el plato rápido para que
la carne no se enfríe.
En días festivos, como el carnaval de Oruro, Cuba dijo
que pueden vender hasta 200 cabezas asadas, al equivalente de alrededor de $7
cada una.
Es suficiente para mantener a dos familias y pagar los
gastos generales del negocio.
Las hermanas se niegan a revelar cómo cocinan las
cabezas, un secreto familiar transmitido por su abuela.
“Tiene que estar tierno, se necesita un corderito”,
dijo Cuba, cuyas hijas también trabajan en el negocio familiar.
"Ellos venderán cuando yo no pueda... para que no
perdamos la tradición familiar".
La nueva generación también se encarga de la promoción
en las redes sociales del restaurante, denominado "Rostro Asado Doña
Chavelita", en homenaje a la abuela de las hermanas.
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