Friday, August 26, 2022

BOLIVIA: UNA BUENA HISTORIA DE DESARROLLO

A diferencia de lo que ha sucedido con muchos de los otros proyectos de izquierda en América Latina, el proyecto boliviano ha sobrevivido. Y mucho se ha logrado: La pobreza y la mortalidad infantil se han reducido a la mitad. La esperanza de vida media ha aumentado en 6 años. El caos político ha sido reemplazado por la estabilidad.

Cuando el aymara y cocalero Evo Morales fue elegido presidente de Bolivia en 2005, atrajo la atención mundial.
De una manera que solo la elección del limpiabotas y hojalatero Lula en Brasil tres años antes podría igualar, esta elección simbolizó los cambios en la política latinoamericana.
Las elecciones no fueron la victoria de los individuos.
Fueron el resultado de años de lucha desde abajo a través de los movimientos sociales: sindicatos, organizaciones indígenas y movimientos campesinos.
El objetivo era sentar nuevas bases para la participación democrática y el desarrollo económico, y dar a los países una nueva identidad.
- ¿Cómo va realmente en Bolivia?
Los procesos en América Latina se compararon con la elección de Johan Nygaardsvold y la toma del poder por parte del movimiento obrero noruego en la década de 1930.
No solo cambió los tiempos, sino que significó que el desarrollo social noruego durante casi un siglo ha girado en torno a variantes de la socialdemocracia.
Bajo el entonces ministro de Medio Ambiente y Desarrollo, Erik Solheim, se hicieron esfuerzos para establecer una estrecha cooperación con Morales tanto en la gestión del gas como en la política climática. No fue un éxito total.
Morales se mostró escéptico sobre la iniciativa climática y forestal de Noruega, y a los burócratas noruegos les resultó difícil cooperar con un estado boliviano débil y poco profesional.
A diferencia de lo que ha sucedido con muchos de los otros proyectos de izquierda en América Latina, el proyecto boliviano ha sobrevivido. Y mucho se ha logrado:
La pobreza y la mortalidad infantil se han reducido a la mitad. La esperanza de vida media ha aumentado en 6 años. El caos político ha sido reemplazado por la estabilidad.
Pero Bolivia también ha pasado por una pandemia catastrófica, luchas de poder y violencia.
¿Cómo va realmente Bolivia 16 años después de que la elección de Morales pusiera en el mapa las luchas sociales del país?
Esa pregunta es el punto de partida del libro de Heidi Lundeberg "Bolivia - y la gente que recuperó el futuro".
Transmite los matices
Lundeberg está de vuelta en Bolivia, donde vivió por primera vez hace 20 años. Es cierto que ha estado allí varias veces mientras tanto, incluso a través de los grupos latinoamericanos (LAG) de los que anteriormente fue gerente general.
En el libro, trata de resumir los cambios que han tenido lugar. Están ilustrados con la ayuda de las historias de los amigos y conocidos de Lundeberg, y vislumbres de su estadía más prolongada en 2021, y cubiertos con la ayuda de estadísticas e investigaciones.
Se ha convertido en una buena historia de desarrollo.
El libro es fácil de leer y rico en conocimientos, y logra transmitir muchos matices de la historia reciente de Bolivia sin perder el hilo conductor, que es el progreso.
Llegamos a conocer a aldeanos y vendedores ambulantes, agricultores y trabajadores de fábricas. Nadie ha pasado de ser pobre a rico, pero han tenido agua en el grifo, mejores caminos, educación, electricidad para la lámpara de lectura y comida en el estómago.
También han ganado una voz política y reconocimiento por su trasfondo cultural, en el país donde una variedad de grupos indígenas constituyen la mayoría.
Lundeberg describe tanto la unidad como las luchas por el poder. Obtenemos un relato detallado y matizado de la concentración de poder en el partido gobernante MAS, que terminó con la candidatura presidencial inconstitucional de Evo Morales y su derrocamiento y la violencia y el caos protagonizados por una oposición vengativa después.
También obtenemos información sobre el conflicto de Morales con las organizaciones ambientalistas y, no menos importante, el movimiento indígena del que él mismo forma parte.
Ningún "milagro de desarrollo"
Es inusual pero también liberador leer un tributo al "desarrollo" como lo es el libro de Heidi Lundeberg en 2022.
En muchos círculos académicos, la idea misma de desarrollo ahora es tan criticada que el término está a punto de terminar en el basurero de la historia.
Pero en el libro de Lundeberg, tanto la industrialización como la construcción de carreteras y el crecimiento económico siguen siendo palabras de moda.
Lo que hace posible tal representación es la proximidad a los procesos. Lundeberg no presenta lo ocurrido en Bolivia como un "milagro del desarrollo".
La basura y las aguas residuales todavía fluyen por las calles, la mayoría de la gente tiene trabajos informales e inseguros, y el bosque está desapareciendo a una velocidad récord.
Más bien, el libro describe pequeñas victorias que se han ganado después de arduas batallas políticas y procesos democráticos, y las batallas están lejos de terminar.
Inclinándose hacia lo ideológico
A través de estos procesos también radica la posibilidad de encontrar soluciones a los conflictos y dilemas creados por la crisis climática y de la naturaleza, y la esperanza de que haya un camino hacia el desarrollo sin comprometer los derechos de los pueblos indígenas ni el medio ambiente.
Es cuando el libro saca a relucir esta cercanía con la gente y la política cuando se encuentra en su mejor momento.
Cuando se aleja y quiere decir algo sobre los contextos más amplios, ocasionalmente se desvía hacia lo ideológico y retrata el mundo más como a Lundeberg le gustaría que fuera que como es.
Esto sucede, por ejemplo, cuando se refiere al "auge" de las instituciones latinoamericanas que debían desafiar la hegemonía occidental.
Aquí señala a la cooperación del ALBA, la moneda Sucre y el Banco del Sur, sin mencionar que todos esencialmente fracasaron; Sørbanken en realidad nunca comenzó a dar préstamos.
Son también pocos los cubanos que se reconocerán en la noción de su patria en el libro.
Pero tales resbalones son las excepciones. El libro Bolivia de Lundeberg se ha convertido en una buena historia sobre el desarrollo. Es un bien escaso en 2022.
Así que puede ser que Noruega nunca se haya convertido en una parte importante de esa historia. Es y será principalmente boliviano. (https://bit.ly/3QVlUCI)
 
 
 
 
 
LA LENTA LUCHA DEL LITIO BOLIVIANO PARA SER EXPLOTADO
 
Con el reservorio más grande del recurso evaporítico en el mundo, el país andino busca acelerar una industrialización que lleva esperando varias décadas
 
Diálogo Chino (https://bit.ly/3cqFqYX)
 
“Si ustedes me preguntan cuál es el país del futuro con la actual perspectiva del litio, ustedes mismos lo contestan: Bolivia”, le dijo en abril pasado el mexicano Alfredo Jalife-Rahme -analista en geopolítica- a un grupo de académicos durante un conversatorio organizado por el Ministerio de Hidrocarburos y Energías en La Paz.
El profesor, asociado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue claro sobre el potencial del país andino, poseedor de 21 millones de toneladas métricas de litio cuantificadas en el salar de Uyuni (Potosí) por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), según un reporte de enero de 2021.
La presencia de Jalife-Rahme en el país no era casual. Llegó a reforzar la idea de mantener el control estatal en la industrialización, casi un año después de que el gobierno boliviano relanzara su estrategia para exportar litio con valor agregado, incluyendo a dos salares adicionales al salar de Uyuni: Pastos Grandes (Potosí) y Coipasa (Oruro).
En un país en el que durante mucho tiempo se ha priorizado el control estatal sobre el litio y otros recursos naturales, sobre todo bajo el anterior gobierno de Evo Morales, la estrategia del año pasado supuso una ligera ruptura hacia una convocatoria internacional para trabajar con empresas privadas extranjeras que utilizan métodos de extracción directa de litio (EDL). Según explica Gonzalo Mondaca, investigador de la temática Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB), EDL es “un conjunto de tecnologías que utilizan desde resinas absorbentes, solventes y también otros materiales como filtros o membranas especiales para acelerar el proceso de extracción del mineral”.
En ese contexto, el experto mexicano le dijo a un auditorio con 500 personas: “El litio hay que defenderlo. Deben tener planes, porque van a tener muchos buitres alrededor”.
Litio en Bolivia: Un nuevo proceso y nuevas preguntas
En junio pasado se conocieron los nombres de las seis empresas y asociaciones que están en carrera para trabajar con Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) -la empresa estatal responsable de su explotación- en la extracción directa de litio. Son: Brunp, filial del fabricante de baterías CATL, junto a China Molybdenum (CMOC); el grupo CITIC Guoan, junto al China Railway International Group (CRIG); el grupo Xinjiang TBEA; y Fusion Enertech, también de China. La estadounidense Lilac Solutions y la rusa Uranium One Group completan la lista.
“El próximo paso es reunirnos con las empresas para plantearles nuestras condiciones soberanas respecto al litio”, dijo el presidente de la empresa estatal, Carlos Ramos, y además explicó que se podría trabajar con más de una firma a fin de acelerar la industrialización.
El actual mecanismo, consistente en evaporación solar y que costó más de USD 300 millones, “tiene una obsolescencia de 40 años y en su aplicación se pierde el 40% de los componentes que son importantes en la industrialización”, afirmó en abril de 2021 el entonces presidente de YLB, Marcelo Gonzales, según cita el investigador Mondaca, en un documento publicado por el CEDIB.
En entrevista con Diálogo Chino, Mondaca ve que este cambio de estrategia es significativo por varias razones. Una de ellas es que las instalaciones construidas en el salar de Uyuni son muy diferentes a las que necesitan las tecnologías EDL. También se necesita claridad sobre cómo se van a gestionar los residuos después del proceso de extracción de litio. Y lo más importante: ¿cuánta agua dulce se va a utilizar en el proceso?
Desde el punto de vista técnico, Juan Carlos Zuleta, analista de la economía del litio y exgerente ejecutivo de YLB, explica que si bien se conoce el tipo de muestras que se entregó a las empresas para las evaluaciones, no se sabe en qué etapa del proceso de evaporación solar se calcularon las tasas de recuperación de litio ni la eficiencia total de cada firma.
La pregunta que se plantea Zuleta es: ¿en qué fase se aplicarían las tecnologías EDL en la infraestructura existente en el Salar de Uyuni? De hacerlo en la primera fase de extracción, se afecta la materia prima a utilizarse en la planta industrial de cloruro de potasio”, se responde. En cambio, si se extrae el mineral en fases posteriores, se anula la posibilidad de contar con salmuera residual, la misma que se utiliza en el procesamiento de hidróxido de litio, principal elemento para la producción de cátodos de batería.
En este contexto, las tecnologías EDL tendrían que aplicarse utilizando un modelo híbrido, consistente en el uso de salmuera extraída en alguna etapa del proceso de evaporación solar. De ser así, por experiencias como la china, donde dicho sistema híbrido se usa desde 2017, Zuleta observa que las tasas de recuperación total de litio no superarían el 59 por ciento. Ello contradice lo expuesto por el presidente de YLB, quien había anunciado que las seis empresas seleccionadas reportaron una tasa de recuperación de litio “mayor al 80% e incluso superior al 90% en algunos casos”.
Respecto a la extracción y procesamiento del litio y otros recursos evaporíticos en los salares de Pastos Grandes y Coipasa, incluidos en la nueva estrategia boliviana, “habría que pensar en (construir) nuevas infraestructuras, con costos que están alrededor de 900 a mil millones de dólares, según datos que obtuve de un proyecto (similar) que está en marcha en Argentina”, sentenció Zuleta.
Diálogo chino buscó conocer la postura del gobierno boliviano en la temática, pero el equipo de Comunicación del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, no respondió a las solicitudes.
Una larga historia
Los esfuerzos bolivianos para la explotación del litio datan de hace más de 30 años. Están muy ligados a la lucha social del pueblo potosino -la región minera por excelencia desde la época colonial-, por mejorar la calidad de vida de sus habitantes. El departamento situado al sur del país, genera una de las principales fuentes de ingresos -cerca de 2 mil millones de dólares en exportaciones cada año, con un 88% procedente de la minería en 2021- pero paradójicamente cuenta con los mayores porcentajes de pobreza según datos de la Cepal.
“Nosotros que somos los dueños (de los minerales), nos quedamos con miserias y contaminación”, dice a Diálogo Chino Roxana Graz, presidenta del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), la entidad que representa a instituciones de la sociedad civil y que lidera las protestas de la región, exigiendo mayor atención del Gobierno. La más reciente fue un paro de actividades, que se cumplió principalmente en la ciudad capital el pasado 5 de julio.
La apreciación de Graz tiene que ver con que desde la década de los 80, los gobiernos bolivianos han intentado firmar contratos con empresas extranjeras, casi siempre con desventajas económicas, según refiere el estudio “Un presente sin futuro. El proyecto de industrialización del litio en Bolivia”. El último intento fue en 2019 cuando en el gobierno de Evo Morales se tuvo que anular contratos con firmas de Alemania (ACI Systems) y China (Xinjian Tbea), debido a las protestas potosinas por regalías y mejores condiciones para el país. De hecho, el ahora exmandatario atribuye su derrocamiento a intereses foráneos por controlar el mineral.
Fruto de las demandas constantes y con el fin mantener el control de este y otros recursos minerales, se modificaron y promulgaron leyes como la Minera (2014) y la Ley de Creación de Yacimientos de Litio Bolivianos -YLB  (2017) que dejan por sentado que todo proceso de extracción e industrialización deben estar a cargo del Estado. Pero la intención no ha sido suficiente para alcanzar el éxito.
En 2008, durante la presidencia de Morales, Bolivia incursionó en la industrialización del litio con un préstamo de 771 millones de dólares del Banco Central de Bolivia, según la Fundación Solón. Actualmente, se cuenta con una planta industrial de cloruro de potasio, que costó al Estado USD 188,1 millones, y se espera que pronto termine la construcción de la planta industrial de carbonato de litio, que costará USD 111,1 millones, también con fondos propios. Ambas en el salar de Uyuni.
En entrevista con el canal estatal, el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Álvaro Arnez, mencionó que durante el 2021 se vendió y produjo alrededor de 990 toneladas de carbonato de litio, por las que se recibió 75 millones de bolivianos (alrededor de USD 11 millones), mostrando así que la producción de litio está creciendo en el país.
El carbonato de litio es materia prima fundamental para la fabricación de baterías de equipos electrónicos, entre ellos vehículos eléctricos. En tanto, el cloruro de potasio, es uno de los componentes del NPK, un fertilizante muy completo, conformado por Nitrógeno, Fósforo y Potasio.
Bolivia ante los ojos del mundo
Diego Von Vacano es profesor boliviano de ciencias políticas de la Universidad Texas A&M en Estados Unidos. Como exasesor informal del presidente Luis Arce en temas de litio, ve con buenos ojos que haya empresas de tres países -China, Rusia y Estados Unidos- con diferentes ideologías políticas en este nuevo proceso con tecnoogías EDL. Sin embargo, advierte que este coincide con un contexto geopolítico marcado por la guerra entre Rusia y Ucrania y eso “complica el panorama”.
En caso de firmar con la empresa rusa, podría afectar a los mercados generales. “Yo creo que Bolivia debe tener algún tipo de acuerdo con Rusia, pero no estoy muy seguro de que el litio sea el rubro correcto”, dice a Diálogo Chino.
Respecto a las compañías chinas, el país asiático controla casi todo el mercado global del litio. “Habría que cuidar que (las empresas chinas) no estén en Bolivia solo para controlar el precio mundial”, señala. Estados Unidos tampoco tiene un récord positivo en relación a América Latina y la empresa que quedó en carrera - Lilac Solutions-, “no es grande, no tiene mucha experiencia ni resultados claros”. Hace poco se puso en duda su eficacia con las tecnologías EDL, según refiere un artículo de Reuters.
Lejos de la perspectiva mundial, Roxana Graz, la dirigente que representa a los potosinos, lamenta que en los 14 años que lleva el primer proceso de industrialización “se tarda mucho y ahora quieren hacerlo rápido (mediante EDL), pero sin conocimiento ni información. Han hecho todo top secret y han gastado mucho dinero”, asegura Graz, que además reclama que “la lucha por los recursos naturales de Bolivia es ahora”.
 
 
 
 
 
EL 'TRIÁNGULO DEL LITIO': ¿CÓMO PUEDE COLABORAR MÉXICO CON SUDAMÉRICA PARA EXPLOTAR ESTE MINERAL?
 
Examinamos las posibilidades que trae el mineral que es considerado el nuevo petróleo a la región de Latinoamérica, que cuenta con algunas de las más grandes reservas internacionales de este elemento tan requerido por los vehículos eléctricos.
 
Cluster Industrial de México (https://bit.ly/3R7IDey)
 
¡El litio es nuestro! Esta es una expresión que identifica a las naciones de América Latina que han decidido tomar la oportunidad de hacer suyo el codiciado petróleo blanco, el litio, un elemento que, si bien ha sido explotado desde hace décadas, apenas acentúa su uso con el crecimiento de la electrificación en la movilidad de vehículos de pasajeros y transporte, e incluso en un futuro, de aeronaves.
Esta tendencia también se replica entre países de la región que comparten gobiernos que se consideran “de izquierda” y hacen necesario discutir una estrategia regional para la extracción y aprovechamiento del litio. En especial, Argentina, Chile y Bolivia, han formado lo que algunos llaman “el triángulo del litio” una zona donde la sintonía política está provocando un diálogo enfocado en el aprendizaje compartido para un crecimiento en la producción del mineral; a este triángulo busca sumarse México, como un enclave idóneo en Norteamérica, donde la producción de vehículos eléctricos está comenzando a despegar con grandes expectativas hacia la década de 2030.
El medio Diálogo Chino informó que “durante la última Cumbre de las Américas realizada en Estados Unidos, el presidente argentino Alberto Fernández y su par chileno Gabriel Boric lanzaron el 'Grupo de Trabajo Binacional de Litio y Salares', que ya celebró su primer encuentro con autoridades de ambos países. Además, Argentina viene llevando adelante un diálogo con la empresa estatal de litio de Bolivia, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), al tiempo que México, en una etapa de desarrollo sectorial más incipiente, mantiene una línea de comunicación con Bolivia”. Los países del llamado 'triángulo del litio', Argentina, Bolivia y Chile, representan alrededor del 65% de las reservas mundiales de litio.
El gobierno federal ya ha dado pasos para nacionalizar el litio (o mejor dicho nacionalizar la industria del mismo) y mantener el control de los depósitos de este mineral, concentrados sobre todo en el norte del país. En abril pasado, Cluster Industrial reportó que:
El mercado del litio, tan solo en baterías, podría valer 22.8 mil millones de dólares para 2030. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, México tiene reservas comprobadas por 1.7 millones de toneladas de litio tan solo en el estado de Sonora, aunque empresas como la inglesa Bacanora Lithium, que ya se encuentra explotando yacimientos en el país, aseguran que las reservas podrían alcanzar hasta 4.3 millones de toneladas. Esto pone a México en el noveno lugar mundial del mundo en reservas del mineral, cuyo primer lugar es ocupado por Bolivia con más de 21 millones de toneladas de reservas.
Se estima que en los próximos siete años México produzca al menos una docena de vehículos eléctricos e híbridos que usen este mineral en sus baterías, y en promedio, un vehículo eléctrico podría usar entre 8-11 kilogramos de litio, además de otros minerales como níquel, manganeso o cobalto. Lo que significa que México tiene el potencial para producir entre 200 y 800 millones de baterías para vehículos en sus reservas.
Más allá de las recientes noticias de vehículos eléctricos bolivianos que serían producidos en México y vendidos prácticamente como cuatrimotos eléctricas (debido a que por sus características no cumplirían con la NOM para vehículos), resulta esencial que México coopere y comparta conocimientos con los países del triángulo del litio en Sudamérica para estandarizar la explotación de este recurso desde normativas que no solo permitan un comercio justo de este recurso (y que ofrezcan un horizonte de desarrollo), sino que respeten las condiciones medio-ambientales, fomenten el avance tecnológico, ayuden a crecer el capital humano y permitan el crecimiento de empresas locales que se integren a estas cadenas productivas derivadas del litio.
ELECTRIFICACIÓN: UNA REALIDAD CRECIENTE
La electrificación de la industria automotriz ya es una realidad en México; tan solo desde 2017, más de 330 mil vehículos eléctricos e híbridos han sido producidos en el país, y más de 108 mil de ellos han sido totalmente eléctricos.
En concreto y de acuerdo con información de la INA, para 2029 se espera que al menos 9 plantas armadoras estén produciendo más de 700 mil vehículos eléctricos al año en nuestro país, 18.5% de la producción de EVs en Norteamérica y 18% de la producción nacional, un aumento de 1,098% contra la producción de este tipo de autos durante el año 2021. Esto significa que, de usar litio meramente sustraído y procesado en yacimientos nacionales, se consumiría un aproximado de 5,600 toneladas anuales de litio para finales de la década, una producción muy alcanzable si se trabaja rápido en una estrategia nacional para su aprovechamiento.
Este crecimiento exponencial representa una enorme oportunidad para las empresas de autopartes mexicanas, no solo para aportar a la producción nacional, sino para proveer a nuestro principal destino de exportación de partes, Estados Unidos. Actualmente, estados como Guanajuato, Nuevo León, Coahuila y Querétaro cuentan con ejemplos notables de empresas Tier que ya están suministrando de componentes a ensambladoras de autos eléctricos, y el objetivo nacional es atraer proyectos y nuevas inversiones que capitalicen estas oportunidades de inmediato.
Los principales clústeres automotrices del país, como CLAUT, CLAUGTO, CLAUTEDOMEX y el Clúster Automotriz de Querétaro han hecho gran énfasis en la colaboración de todos los sectores para impulsar la adopción de la electrificación, no solo a nivel de la cadena de suministro, sino ante la sociedad y las autoridades de todos los niveles de gobierno, en estos esfuerzos también la INA y la AMIA se han vuelto vocales en cuanto a la urgencia de responder ágilmente a estas oportunidades.
Quizás la joya de la corona en estas oportunidades, y también el gran talón de Aquiles actual en el aprovechamiento del litio nacional en la electrificación de vehículos es que México no cuenta aún con plantas fabricantes de baterías o celdas de baterías para EVs.
CATL, el mayor fabricante de baterías para vehículos en el mundo, podría ser la primera empresa de este tipo en asentarse en México. Desde febrero pasado, ejecutivos de la compañía china han visitado varios estados del país para buscar colocar una inversión que podría elevarse a los miles de millones de dólares. De instalar su gigantesca inversión en México, CATL se ahorraría costosos impuestos de importación y ayudaría a aumentar el contenido regional en la fabricación de vehículos eléctricos, impulsando a las armadoras nacionales a hacer posible la manufactura de nuevos modelos electrificados. CATL busca proveer a Tesla desde México, así como a Daimler Truck, BMW y Stellantis, otros de sus clientes instalados en la región y con planes de electrificación a futuro.
En marzo pasado, Daniel Romo, líder de Inteligencia de Negocios de la plataforma Directorio Automotriz, mencionó a Cluster Industrial: Por costos y disponibilidad de mano de obra sí es factible que CATL se instale en México, de hecho, el primer destino de las negociaciones es México. De entrada, fabricar la batería de los EV sería un paso muy grande para aumentar el valor de contenido regional en los vehículos producidos en México.
Para finalizar, te invitamos a conocer más a fondo a la marca de autos que más vehículos eléctricos vende actualmente en México, y también la que más está creciendo su producción de los mismos en el país, se trata de JAC MÉXICO. No te pierdas el episodio de nuestro podcast “Tu enlace en la industria” donde platicamos con su director general, Isidoro Massri, de cómo la marca ha democratizado la electromovilidad en el país. Reprodúcelo a continuación y suscríbete a nuestro canal de YouTube. ¡Hasta la próxima!
 
 
 
 
 
DOMINGO RUIZ, EXPERTO EN BATERÍAS : “HAY UN INTERÉS GUBERNAMENTAL DE QUERER HACER ALGO PRÁCTICO CON LOS INGRESOS QUE ESTÁ GENERANDO EL LITIO"
 
El académico de la Usach destacó la abundancia de este mineral en Chile y afirmó que, dentro del mercado continental, nuestro país tiene cerca de 10 años de desfase con Bolivia.
 
Diario de Usach, Chile (https://bit.ly/3QURssD)
 
A propósito del anuncio del gobierno de destinar los recursos provenientes del litio a investigación y desarrollo, Sin Tacos Ni Corbata quiso conocer la opinión del académico de la Facultad de Química y Biología Usach, Domingo Ruiz, quien es experto en baterías producidas con este elemento.
El químico explicó que “el litio es un elemento que nosotros tenemos en abundancia en Chile, somos parte del famoso triángulo del litio, tenemos la segunda reserva a nivel mundial, lo segundos vendedores del mundo de carbonato de litio, así que en el ámbito mundial somos un lugar de referencia”
Domingo Ruiz, quien fue invitado al Consejo Estratégico Ampliado de Alta Ley que, explicó es donde se reúne el ministerio de Minería, las empresas y la academia, “para definir los lineamientos que se van a seguir para la industria minera en los próximos años” sostuvo que el anuncio hecho mediante el ministro de Hacienda es positivo, ya que “hay un interés gubernamental de querer hacer algo práctico con los ingresos que está generando el litio a nivel mundial"  además de crear una industria sólida e incluso un instituto del litio.
Ruiz se refirió a “las cuentas alegres que se están sacando. (Esto se debe a que) la venta del carbonato pasó de 7 mil dólares la tonelada métrica a 54 mil; es una subida muy brusca en el valor del activo y por lo tanto los excedentes que están quedando es poder utilizarlos (en Investigación e Innovación), aunque no sabemos aún la bajada”
"Pero a mí me gustaría que estos fondos por excedentes se utilizaran para desarrollar la industria del litio y no para financiar otras industrias” dijo el académico Usach.
El experto se refirió además a los otros países que en la región son productores de litio, como Argentina, que ya tiene una planta de batería, y Bolivia. Y respecto a este último señaló: “Nosotros tenemos como 10 años de desfase con Bolivia, no solo en la extracción sino en darle valor agregado al activo como es el carbonato u otro derivado”.
 
 
 
 
 
EX CANCILLER BOLIVIANO COMPARTE SU EXPERIENCIA INTERCULTURAL CON CHINA
 
Xinhua de China (https://bit.ly/3wwS4fY)
 
El ex canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni (2017-2018), atravesó desde el altiplano boliviano hasta China, al otro extremo del océano Pacífico, para hacer realidad la promesa a su abuelo y el sueño de ser un discípulo Shaolin, tradición de las artes marciales chinas, con lo que logró una rica experiencia intercultural.
El ahora profesor de Wushu, disciplina marcial china conocida en occidente como Kung Fu, fue cautivado por la cultura china, que le fortaleció el respeto por los ancestros y su propia identidad aymara, pueblo indígena de la zona andina.
La cultura aymara, cuna de los antepasados de Huanacuni, es un pueblo andino que tiene sus orígenes en los alrededores del lago Titicaca, lo que en la actualidad es el altiplano de Bolivia y Perú, así como la zona norte de Argentina y de Chile.
Huanacuni conversó con Xinhua en las instalaciones de la privada Unidad Educativa Sariri, situada en la zona sur de la ciudad de La Paz, centro de enseñanza del que es mentor principal y donde se imparte además de instrucción primaria y secundaria, los idiomas aymara y chino, así como Wushu.
El entrevistado lleva colgado al cuello una chuspa, bolsa pequeña de lana multicolor que fue tejida por su abuela y que lo acompaña a todos lados, símbolo que identifica su cultura.
"La chuspa la llenamos con la hoja de coca. Me acompaña a todos lados, es parte de la identidad del mundo aymara", contó.
El político de izquierda vivió hasta los 15 años en una comunidad del altiplano boliviano, en el departamento occidental de La Paz, para luego migrar a la capital donde aprendió español e inglés, así como algo de chino.
Durante la charla con Xinhua, Huanacuni habló de manera amplia sobre su experiencia en China como discípulo Shaolin, así como de las semejanzas que encontró entre las culturas boliviana y china.
En 1999, motivado por su abuelo, Huanacuni decidió hacer su primer viaje fuera de Bolivia y no se fue nada cerca porque dio un salto hasta China.
Pidió entonces de rodillas ser recibido en el templo de Shaolin, situado en la provincia china de Henan, recinto donde fue aceptado como prueba por una semana, pero al final se quedó casi tres años para forjar su carácter y apego a la cultura del país asiático.
Huanacuni cumplió así dos de sus anhelos: dejar en una montaña sagrada la ofrenda que le entregó su propio abuelo y ser discípulo Shaolin.
La ofrenda consistía en flores, frutos y plantas aromáticas para que las llevara a Kailash, que es una montaña considerada sagrada en Tíbet.
Para Huanacuni, dentro de la cultura andina asimiló de sus ancestros confiar en la Pacha, es decir, el tiempo-espacio donde todos los seres habitan, así como en la vida, mientras que en el templo de Shaolin aprendió de la disciplina y la cultura chinas, así como a esperar con paciencia.
"Esas dos lecciones me ayudan ahora como político, padre, profesor y habitante del mundo para poder caminar en paz", compartió el entrevistado.
Cuando Huanacuni fue nombrado canciller, en enero de 2017, su primera visita fuera de Bolivia fue precisamente a China.
Durante la visita, volvió a Shaolin, donde el abad encargado le dijo "si un hijo parte del pueblo y vuelve con honores, el honor es para el pueblo. Tú eres hijo de Shaolin, partiste y volviste con honores, ese honor también es para el templo".
Ese reconocimiento le proporcionó a Huanacuni mucha alegría, pero también le ayudó a fortalecer su propio aprecio por las culturas boliviana y china.
Para el discípulo Shaolin, el desarrollo que ha conseguido China en tan poco tiempo se debe a múltiples factores, pero en lo fundamental porque la fuerza se concentra en su identidad y su cultura que le proyectan a seguir creciendo.
Por su amplia experiencia en ambos países, el político boliviano ve que China y Bolivia comparten similitudes.
Entre estas similitudes encuentra que ambas naciones cuentan con el "techo del mundo", en el caso de China, con Tíbet, mientras que Bolivia cuenta con el altiplano de La Paz que está a más de 4.000 metros de altitud, además de tener culturas ancestrales profundas y territorio multiétnico.
Estas semejanzas las nutren montañas andinas como Illimani, Sajama y Mururata en Bolivia, así como la cordillera de los Himalaya en China.
Con la vivencia Shaolin hace más de dos décadas y otros viajes más recientes a China, el entrevistado se ha convertido en testigo de las grandes y rápidas transformaciones que experimenta el país asiático.
Como ejemplo puso a la población de Zhengzhou a la que llegó en 1999, año en que tenía un aeropuerto pequeño y hoy en día es de gran magnitud, además de que hace más de dos décadas era una ciudad pequeña con construcciones precarias, pero en la actualidad es una urbe moderna.
El político boliviano no dejó de mencionar la carretera de Zhengzhou a Shaolin, ya que cuando llegó al lugar hace 23 años tenía que tomar diferentes rutas porque no había conectividad óptima, recorrido que ahora solamente requiere de una hora, al contar con vías asfaltadas pero aún pintorescas.
Para el otrora guerrero Shaolin, la cultura y la administración china son factores fundamentales en los avances a pasos gigantescos del país asiático.
Recordó que mucha gente le dice que China es "una potencia", a lo que él contesta "no", ya que más bien es "una superpotencia", lo que no se debe a "un milagro", sino que es "producto de una buena administración".
 
 
 
 
 
POR CONFLICTO EN BOLIVIA, SIGUE BLOQUEADO PUENTE
 
Camioneros del vecino país exigen a la Aduana que no permita que el tren transporte mercadería.Consideran que eso, además de estar prohibido, los perjudica por ser una competencia desleal.
 
El Tribuno de Argentina (https://bit.ly/3PU9dXs)
 
El paso internacional La Quiaca - Villazón se encuentra bloqueado desde el lunes por la noche, por una protesta en la ciudad boliviana.
La medida es llevada adelante por el Sindicato de Transporte Pesado "1 de Mayo", que exige a la Aduana de Bolivia que el tren que une Villazón con Oruro, deje de transportar mercaderías, supuestamente de contrabando.
Según informaron dirigentes del sindicato antes mencionado, es la quinta vez que Aduana del vecino país incauta gran cantidad de mercadería argentina, que es transportada vía ferroviaria.
"Los vagones y el servicio que presta la empresa es únicamente para transportar mineral, no mercadería. Eso nos ocasiona un gran perjuicio, además de ser una competencia desleal", indicaron.
El conflicto tuvo su origen el último fin de semana, cuando el gerente regional de Potosí, de Aduana Bolivia, Alex Yamil Mamani, anunció el secuestro de harina y cerveza argentina por un monto equivalente a más de un millón de pesos bolivianos, aproximadamente unos $250 millones en moneda argentina.
"En Villazón, la Aduana Nacional intervino cinco vagones de tren y cinco camiones que transportaban 7.000 bolsas de harina, 800 bolsas de maíz y 400 paquetes de cerveza de procedencia argentina, valuada en más de un millón de bolivianos, en el marco del Plan del Sur", señalaron desde ese organismo federal.
Los transportistas radicalizaron las medidas cortando no solamente el paso internacional, sino también otras vías de acceso a la vecina ciudad boliviana, como calles e incluso las vías férreas.
Por otra parte, emitieron un comunicado el cual señala: "Frente a la negligencia y falta de interés de nuestras autoridades nacionales, en relación a los delitos de contrabando, rechazamos contundentemente la respuesta de Aduana Nacional".
Sucede que la mercadería argentina cruza al otro lado de la frontera indiscriminadamente por pasos no habilitados, seis días a la semana y a plena luz del día.
En Villazón todo se almacena y luego se transporta hacia otros puntos de Bolivia, aprovechando que la devaluación del peso argentino es favorable a los compradores bolivianos.
Asimismo, desde el Consulado Argentino en Villazón se logró la apertura del puente por un lapso breve, para el ingreso al país de vehículos con patente argentina.
 
 
 
 
 
LUIS ARCE: "SOBRE NUESTRO CADÁVER UN GOLPE DE ESTADO" EN BOLIVIA
 
El presidente de Bolivia dijo que "la derecha siempre va a buscar excusas para desestabilizarnos", pero que "el pueblo boliviano no quiere más golpes".
 
DW de Alemania (https://bit.ly/3AmWEhW)
 
El presidente de Bolivia, Luis Arce, encabezó este jueves (25.08.2022) una marcha de varios miles de simpatizantes y dijo que sobre su cadáver prosperará un golpe de Estado que -según él- trama la oposición de derecha.
"Sobre nuestro cadáver un golpe de Estado", afirmó el mandatario durante un encuentro partidario en una plaza pública de La Paz, a la que asistió su vicepresidente David Choquehuanca y el exmandatario Evo Morales (2006-2019).
Las dos autoridades y el líder político encabezaron desde temprano una marcha de varios miles de personas trabajadoras de minas, de la agricultura, indígenas y simpatizantes del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Muchas de ellas portaron banderas bolivianas rojo, amarillo y verde; azules y blancas que pertenecen al MAS y la multicolor whipala, el ajedrezado símbolo de los pueblos indígenas. Recorrieron varias calles y avenidas hasta desembocar en una plaza céntrica de La Paz.
El oficialismo asegura de manera reiterada que la oposición de derecha arma un golpe de Estado contra Arce, en el poder desde noviembre de 2020. Además, que los grupos opositores pretenden reeditar una asonada golpista, como la que dicen que ocurrió contra Morales en 2019, en medio de una fuerte convulsión social.
Arce señaló en su discurso que "la derecha siempre va a buscar excusas para desestabilizarnos", pero que "el pueblo boliviano no quiere más golpes, el pueblo quiere trabajar, progresar e industrializar el país". Agregó que las potencias occidentales "quieren nuestro litio, quieren nuestro gas, quieren nuestro hierro".
Por su lado, Morales dijo que "solo nos quieren para garantizar la materia prima y no quieren que demos el valor agregado" a los recursos naturales bolivianos.
Arce también mencionó que la oposición de derecha rechaza un censo de población y vivienda, previsto para 2024, solamente con afanes desestabilizadores. La oposición ha desmentido las denuncias oficialistas. Sobre el censo de población, dice que quiere su avance para 2023 y que su postergación perjudica la distribución de fondos públicos.
 
 
 
 
 
BOLIVIA, LOS COCALEROS Y LA POSIBLE VUELTA DE EVO MORALES
 
Las protestas de cocaleros en La Paz contra la apertura de un nuevo mercado de venta de hoja de coca ponen en jaque a los vecinos de Miraflores. La situación tiene numerosas connotaciones políticas y económicas.
 
DW de Alemania (https://bit.ly/3wwz6Gc)
 
Desde hace semanas, la gente de la zona de Miraflores, en La Paz, vive en la incertidumbre. Los vecinos llevan a cabo marchas pacíficas para pedir el cese del conflicto entre campesinos cocaleros, cuyas protestas, habituales desde hace cuatro semanas, están dañando la infraestructura de sus viviendas, afectadas por explosiones de agentes químicos y dinamita, y han provocado el cierre de siete escuelas. Las duras intervenciones policiales para reprimir a los cocaleros han contribuido a recrudecer el conflicto.
¿Cómo se ha llegado a esta situación en un país cuya Ley General de la Coca, la ley 906, dicta con claridad la comercialización de la planta? Según esa norma y los convenios internacionales, en Bolivia existen dos mercados legales para vender hoja de coca. Uno es el de Villa Fátima, en La Paz, donde opera la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), dirigida actualmente por Freddy Machicado. En él venden los indígenas de la región de Yungas, a dos horas de la capital. El otro mercado legal es el de Sacaba, en Cochabamba, la región de Evo Morales.
El mercado paralelo de Arnold Alanes
Pero en la capital boliviana ha abierto, con autorización del Gobierno de Luis Arce, un nuevo mercado de hoja de coca en Villa El Carmen, Miraflores, cuyo dirigente es Arnold Alanes, afín al gobernante partido MAS.
Los indígenas de Yungas, dirigidos por Machicado, protestan violentamente contra el mercado de Alanes, que consideran ilegal, y reclaman su cierre. Para Fernando Salazar Ortuño, docente investigador de la Universidad Pública Mayor de San Simón, "el mercado paralelo en La Paz es un movimiento de fuerza política de los productores de Cochabamba. Evo Morales respalda este mercado privado ilegal", dice Salazar a Deutsche Welle. Según el investigador, el objetivo último del MAS sería tener el monopolio total del mercado y la producción de coca en Bolivia.
Una marcha y una vigilia
Así las cosas, el jueves 25 de agosto está convocada una marcha encabezada por Luis Arce, junto con el vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, y Evo Morales. El Gobierno de Arce y el MAS acusan a la oposición de buscar la desestabilización del país, y consideran una conspiración el rechazo a un censo de población, previsto para 2024, y los reclamos de los cocaleros de Adepcoca contra el mercado paralelo.
Por su parte, los afiliados de Adepcoca preparan una vigilia ante el temor de que la institución pudiera ser intervenida. Han convocado a sus bases de las provincias de Los Yungas para viajar hasta La Paz, con el objetivo de que se unan a la acción. Machicado dice que ellos están "abiertos al diálogo" y argumenta que su protesta se dirige contra el Gobierno, "porque es el que viene haciendo funcionar puestos de venta ilegal, transgrediendo las normas que rigen nuestro Estado".
"El objetivo del Gobierno es generar división"
Para Iván Velásquez, de la Fundación Konrad Adenauer en Bolivia, todo el asunto tiene numerosas connotaciones políticas. "Por un lado, están los campesinos afines al MAS que operan en La Paz, junto con los indígenas del Chapare de Cochabamba, afines a Evo Morales. Por otro lado están los Yungas, que por este problema han dado la espalda al MAS y al Gobierno".
Con la creación del mercado paralelo, los indígenas que operan en La Paz quedan divididos. "Por eso la Policía, de alguna manera, está protegiendo ese mercado paralelo y todavía no hay una determinación del Gobierno de cerrarlo, porque la división entre los campesinos es lo que le importa", indica Velásquez. "Y, detrás del tema político, también está el tema económico", continúa el experto de la Fundación Konrad Adenauer. "La coca es un producto que tiene un precio sumamente caro", agrega.
Persisten la pobreza, desigualdad y discriminación a indígenas
Si alguien pensaba que el hecho de que Bolivia hubiera tenido un presidente indígena, como Evo Morales, y que el actual ministro de Economía sea indígena, iba a generar paz en un país compuesto mayoritariamente por indígenas y campesinos, se equivocaba. "Desde hace más de 15 años, hay conflictividad. El problema de los cocaleros es muestra de ello. Los temas relacionados con pobreza, desigualdad, discriminación a los campesinos y a los indígenas no se han resuelto. No debería haber problemas, pero sucede todo lo contrario. Hay incluso más, por ejemplo, con los indígenas de Tierras Altas, que no son ni quechuas ni aymaras, cuyas necesidades están insatisfechas", dice el experto de la Fundación Konrad Adenauer.
Y, en última instancia, el conflicto cocalero podría ser la antesala de la vuelta al poder de Evo Morales, muy activo entre los cultivadores de coca de Cochabamba. "A él le interesa estar presente por las elecciones que se vienen en menos de un año y medio. Una facción en Santa Cruz ya lanzó la candidatura de Morales. Eso es una muestra de que, de alguna manera, ya hay la decisión formal de presentarse a elección", concluye Velásquez.
 
 
 
 
 
EN AMAZONÍA BOLIVIANA, BLOQUES PETROLEROS INVADEN ÁREAS PROTEGIDAS
 
Stabroek News de Guyana (https://bit.ly/3wwY6gr)
 
Durante años, el pueblo indígena tacana de la Amazonía boliviana ha advertido sobre los terribles impactos ambientales de las actividades de exploración petrolera en sus bosques, ubicados en el Parque Nacional Madidi y la Reserva Natural Manuripi. Estas actividades se basan en dos decretos ejecutivos, conocidos como decretos supremos, emitidos en 2015 y 2022, que activistas ambientales y científicos dicen que representan un golpe directo a las áreas protegidas de Bolivia al abrir parques para la explotación petrolera.
En mayo de 2015, el entonces presidente Evo Morales emitió el Decreto Supremo 2366, autorizando la actividad petrolera en 24 millones de hectáreas (59 millones de acres) de tierra, o alrededor del 22% del territorio de Bolivia, incluidos los parques nacionales. Antes de esto, el país nunca había permitido que las empresas exploraran y explotaran estos ecosistemas clave.
La alianza periodística ManchadosXelPetróleo descubrió ahora que los bloques de exploración petrolera actualmente se superponen con 21 de las 53 áreas protegidas nacionales y subnacionales ubicadas en la región amazónica de Bolivia, algunas de ellas en su totalidad.
Cuando se promulgó el Decreto Supremo 2366, inmediatamente se iniciaron las negociaciones con las empresas transnacionales para la parcelación de los bloques en la nueva frontera petrolera.
Según la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), una organización boliviana que trabaja en la conservación del patrimonio natural, la superficie total de bloques petroleros en la región amazónica del país se ha más que duplicado desde entonces. Un análisis geoespacial que realizó con la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) arrojó que el área asignada para bloques petroleros en la selva entre 2012 y 2020 pasó de 7,3 millones de hectáreas a 15,7 millones de hectáreas (18 millones de acres a 38,7 millones de hectáreas). acres), lo que representa un total de 76 bloques.
Eso es más de la mitad del área total de bloques petroleros en todo el país, que cubren 28,3 millones de hectáreas (70 millones de acres). Según FAN, el 27% de las áreas protegidas de Bolivia están ahora en riesgo debido a la actividad petrolera.
“Toda la nueva normativa abre la puerta a territorios donde habitualmente no se han realizado actividades hidrocarburíferas, como áreas protegidas, ya sean nacionales o subnacionales”, dijo a Mongabay Latam Marlene Quintanilla, directora de investigación y ciencias del conocimiento de FAN.
Jorge Campanini, investigador del Centro de Documentación e Información de Bolivia (CEDIB), dijo que casi el 17% de las tierras administradas por el SERNAP, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas, “ahora es un área de extractivismo o donde se realizan actividades petroleras”.
Según una investigación de CEDIB, el 75% de los parques naturales y áreas de manejo integrado de Bolivia se superponen con concesiones petroleras de la empresa española Repsol, la estatal brasileña Petrobras y la empresa mixta boliviana-venezolana PetroAndina. Las áreas protegidas más afectadas en la región amazónica son los parques nacionales Amboró y Madidi, el Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS) y la Reserva de la Biosfera Pilón Lajas.
La presión sobre la región amazónica aumentó en febrero de este año, cuando se emitió otra orden ejecutiva, el Decreto Supremo 4667, que identifica nuevas áreas, principalmente en la Amazonía, para la exploración de petróleo y gas.

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