BOLIVIA: UNA BUENA HISTORIA DE DESARROLLO
A
diferencia de lo que ha sucedido con muchos de los otros proyectos de izquierda
en América Latina, el proyecto boliviano ha sobrevivido. Y mucho se ha logrado: La
pobreza y la mortalidad infantil se han reducido a la mitad. La esperanza de
vida media ha aumentado en 6 años. El caos político ha sido reemplazado por la
estabilidad.
Cuando
el aymara y cocalero Evo Morales fue elegido presidente de Bolivia en 2005,
atrajo la atención mundial.
De
una manera que solo la elección del limpiabotas y hojalatero Lula en Brasil
tres años antes podría igualar, esta elección simbolizó los cambios en la
política latinoamericana.
Las
elecciones no fueron la victoria de los individuos.
Fueron
el resultado de años de lucha desde abajo a través de los movimientos sociales:
sindicatos, organizaciones indígenas y movimientos campesinos.
El
objetivo era sentar nuevas bases para la participación democrática y el
desarrollo económico, y dar a los países una nueva identidad.
-
¿Cómo va realmente en Bolivia?
Los
procesos en América Latina se compararon con la elección de Johan Nygaardsvold
y la toma del poder por parte del movimiento obrero noruego en la década de
1930.
No
solo cambió los tiempos, sino que significó que el desarrollo social noruego
durante casi un siglo ha girado en torno a variantes de la socialdemocracia.
Bajo
el entonces ministro de Medio Ambiente y Desarrollo, Erik Solheim, se hicieron
esfuerzos para establecer una estrecha cooperación con Morales tanto en la
gestión del gas como en la política climática. No fue un éxito total.
Morales
se mostró escéptico sobre la iniciativa climática y forestal de Noruega, y a
los burócratas noruegos les resultó difícil cooperar con un estado boliviano
débil y poco profesional.
A
diferencia de lo que ha sucedido con muchos de los otros proyectos de izquierda
en América Latina, el proyecto boliviano ha sobrevivido. Y mucho se ha logrado:
La
pobreza y la mortalidad infantil se han reducido a la mitad. La esperanza de
vida media ha aumentado en 6 años. El caos político ha sido reemplazado por la
estabilidad.
Pero
Bolivia también ha pasado por una pandemia catastrófica, luchas de poder y
violencia.
¿Cómo
va realmente Bolivia 16 años después de que la elección de Morales pusiera en
el mapa las luchas sociales del país?
Esa
pregunta es el punto de partida del libro de Heidi Lundeberg "Bolivia - y
la gente que recuperó el futuro".
Transmite
los matices
Lundeberg
está de vuelta en Bolivia, donde vivió por primera vez hace 20 años. Es cierto
que ha estado allí varias veces mientras tanto, incluso a través de los grupos
latinoamericanos (LAG) de los que anteriormente fue gerente general.
En
el libro, trata de resumir los cambios que han tenido lugar. Están ilustrados
con la ayuda de las historias de los amigos y conocidos de Lundeberg, y
vislumbres de su estadía más prolongada en 2021, y cubiertos con la ayuda de
estadísticas e investigaciones.
Se
ha convertido en una buena historia de desarrollo.
El
libro es fácil de leer y rico en conocimientos, y logra transmitir muchos
matices de la historia reciente de Bolivia sin perder el hilo conductor, que es
el progreso.
Llegamos
a conocer a aldeanos y vendedores ambulantes, agricultores y trabajadores de
fábricas. Nadie ha pasado de ser pobre a rico, pero han tenido agua en el
grifo, mejores caminos, educación, electricidad para la lámpara de lectura y
comida en el estómago.
También
han ganado una voz política y reconocimiento por su trasfondo cultural, en el
país donde una variedad de grupos indígenas constituyen la mayoría.
Lundeberg
describe tanto la unidad como las luchas por el poder. Obtenemos un relato
detallado y matizado de la concentración de poder en el partido gobernante MAS,
que terminó con la candidatura presidencial inconstitucional de Evo Morales y
su derrocamiento y la violencia y el caos protagonizados por una oposición
vengativa después.
También
obtenemos información sobre el conflicto de Morales con las organizaciones
ambientalistas y, no menos importante, el movimiento indígena del que él mismo
forma parte.
Ningún
"milagro de desarrollo"
Es
inusual pero también liberador leer un tributo al "desarrollo" como
lo es el libro de Heidi Lundeberg en 2022.
En
muchos círculos académicos, la idea misma de desarrollo ahora es tan criticada
que el término está a punto de terminar en el basurero de la historia.
Pero
en el libro de Lundeberg, tanto la industrialización como la construcción de
carreteras y el crecimiento económico siguen siendo palabras de moda.
Lo
que hace posible tal representación es la proximidad a los procesos. Lundeberg
no presenta lo ocurrido en Bolivia como un "milagro del desarrollo".
La
basura y las aguas residuales todavía fluyen por las calles, la mayoría de la
gente tiene trabajos informales e inseguros, y el bosque está desapareciendo a
una velocidad récord.
Más
bien, el libro describe pequeñas victorias que se han ganado después de arduas
batallas políticas y procesos democráticos, y las batallas están lejos de
terminar.
Inclinándose
hacia lo ideológico
A
través de estos procesos también radica la posibilidad de encontrar soluciones
a los conflictos y dilemas creados por la crisis climática y de la naturaleza,
y la esperanza de que haya un camino hacia el desarrollo sin comprometer los
derechos de los pueblos indígenas ni el medio ambiente.
Es
cuando el libro saca a relucir esta cercanía con la gente y la política cuando
se encuentra en su mejor momento.
Cuando
se aleja y quiere decir algo sobre los contextos más amplios, ocasionalmente se
desvía hacia lo ideológico y retrata el mundo más como a Lundeberg le gustaría
que fuera que como es.
Esto
sucede, por ejemplo, cuando se refiere al "auge" de las instituciones
latinoamericanas que debían desafiar la hegemonía occidental.
Aquí
señala a la cooperación del ALBA, la moneda Sucre y el Banco del Sur, sin
mencionar que todos esencialmente fracasaron; Sørbanken en realidad nunca
comenzó a dar préstamos.
Son
también pocos los cubanos que se reconocerán en la noción de su patria en el
libro.
Pero
tales resbalones son las excepciones. El libro Bolivia de Lundeberg se ha
convertido en una buena historia sobre el desarrollo. Es un bien escaso en
2022.
Así
que puede ser que Noruega nunca se haya convertido en una parte importante de
esa historia. Es y será principalmente boliviano. (https://bit.ly/3QVlUCI)
LA
LENTA LUCHA DEL LITIO BOLIVIANO PARA SER EXPLOTADO
Con
el reservorio más grande del recurso evaporítico en el mundo, el país andino
busca acelerar una industrialización que lleva esperando varias décadas
Diálogo
Chino (https://bit.ly/3cqFqYX)
“Si
ustedes me preguntan cuál es el país del futuro con la actual perspectiva del
litio, ustedes mismos lo contestan: Bolivia”, le dijo en abril pasado el
mexicano Alfredo Jalife-Rahme -analista en geopolítica- a un grupo de
académicos durante un conversatorio organizado por el Ministerio de
Hidrocarburos y Energías en La Paz.
El
profesor, asociado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue
claro sobre el potencial del país andino, poseedor de 21 millones de toneladas
métricas de litio cuantificadas en el salar de Uyuni (Potosí) por el Servicio
Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), según un reporte
de enero de 2021.
La
presencia de Jalife-Rahme en el país no era casual. Llegó a reforzar la idea de
mantener el control estatal en la industrialización, casi un año después de que
el gobierno boliviano relanzara su estrategia para exportar litio con valor
agregado, incluyendo a dos salares adicionales al salar de Uyuni: Pastos
Grandes (Potosí) y Coipasa (Oruro).
En
un país en el que durante mucho tiempo se ha priorizado el control estatal
sobre el litio y otros recursos naturales, sobre todo bajo el anterior gobierno
de Evo Morales, la estrategia del año pasado supuso una ligera ruptura hacia
una convocatoria internacional para trabajar con empresas privadas extranjeras
que utilizan métodos de extracción directa de litio (EDL). Según explica
Gonzalo Mondaca, investigador de la temática Centro de Documentación e
Información de Bolivia (CEDIB), EDL es “un conjunto de tecnologías que utilizan
desde resinas absorbentes, solventes y también otros materiales como filtros o
membranas especiales para acelerar el proceso de extracción del mineral”.
En
ese contexto, el experto mexicano le dijo a un auditorio con 500 personas: “El
litio hay que defenderlo. Deben tener planes, porque van a tener muchos buitres
alrededor”.
Litio
en Bolivia: Un nuevo proceso y nuevas preguntas
En
junio pasado se conocieron los nombres de las seis empresas y asociaciones que
están en carrera para trabajar con Yacimientos de Litio Boliviano (YLB) -la
empresa estatal responsable de su explotación- en la extracción directa de
litio. Son: Brunp, filial del fabricante de baterías CATL, junto a China
Molybdenum (CMOC); el grupo CITIC Guoan, junto al China Railway International
Group (CRIG); el grupo Xinjiang TBEA; y Fusion Enertech, también de China. La
estadounidense Lilac Solutions y la rusa Uranium One Group completan la lista.
“El
próximo paso es reunirnos con las empresas para plantearles nuestras
condiciones soberanas respecto al litio”, dijo el presidente de la empresa estatal,
Carlos Ramos, y además explicó que se podría trabajar con más de una firma a
fin de acelerar la industrialización.
El
actual mecanismo, consistente en evaporación solar y que costó más de USD 300
millones, “tiene una obsolescencia de 40 años y en su aplicación se pierde el
40% de los componentes que son importantes en la industrialización”, afirmó en
abril de 2021 el entonces presidente de YLB, Marcelo Gonzales, según cita el
investigador Mondaca, en un documento publicado por el CEDIB.
En
entrevista con Diálogo Chino, Mondaca ve que este cambio de estrategia es
significativo por varias razones. Una de ellas es que las instalaciones
construidas en el salar de Uyuni son muy diferentes a las que necesitan las
tecnologías EDL. También se necesita claridad sobre cómo se van a gestionar los
residuos después del proceso de extracción de litio. Y lo más importante:
¿cuánta agua dulce se va a utilizar en el proceso?
Desde
el punto de vista técnico, Juan Carlos Zuleta, analista de la economía del
litio y exgerente ejecutivo de YLB, explica que si bien se conoce el tipo de
muestras que se entregó a las empresas para las evaluaciones, no se sabe en qué
etapa del proceso de evaporación solar se calcularon las tasas de recuperación
de litio ni la eficiencia total de cada firma.
La
pregunta que se plantea Zuleta es: ¿en qué fase se aplicarían las tecnologías
EDL en la infraestructura existente en el Salar de Uyuni? De hacerlo en la
primera fase de extracción, se afecta la materia prima a utilizarse en la
planta industrial de cloruro de potasio”, se responde. En cambio, si se extrae
el mineral en fases posteriores, se anula la posibilidad de contar con salmuera
residual, la misma que se utiliza en el procesamiento de hidróxido de litio,
principal elemento para la producción de cátodos de batería.
En
este contexto, las tecnologías EDL tendrían que aplicarse utilizando un modelo
híbrido, consistente en el uso de salmuera extraída en alguna etapa del proceso
de evaporación solar. De ser así, por experiencias como la china, donde dicho
sistema híbrido se usa desde 2017, Zuleta observa que las tasas de recuperación
total de litio no superarían el 59 por ciento. Ello contradice lo expuesto por
el presidente de YLB, quien había anunciado que las seis empresas seleccionadas
reportaron una tasa de recuperación de litio “mayor al 80% e incluso superior
al 90% en algunos casos”.
Respecto
a la extracción y procesamiento del litio y otros recursos evaporíticos en los
salares de Pastos Grandes y Coipasa, incluidos en la nueva estrategia boliviana,
“habría que pensar en (construir) nuevas infraestructuras, con costos que están
alrededor de 900 a mil millones de dólares, según datos que obtuve de un
proyecto (similar) que está en marcha en Argentina”, sentenció Zuleta.
Diálogo
chino buscó conocer la postura del gobierno boliviano en la temática, pero el
equipo de Comunicación del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, no respondió
a las solicitudes.
Una
larga historia
Los
esfuerzos bolivianos para la explotación del litio datan de hace más de 30
años. Están muy ligados a la lucha social del pueblo potosino -la región minera
por excelencia desde la época colonial-, por mejorar la calidad de vida de sus
habitantes. El departamento situado al sur del país, genera una de las
principales fuentes de ingresos -cerca de 2 mil millones de dólares en
exportaciones cada año, con un 88% procedente de la minería en 2021- pero
paradójicamente cuenta con los mayores porcentajes de pobreza según datos de la
Cepal.
“Nosotros
que somos los dueños (de los minerales), nos quedamos con miserias y
contaminación”, dice a Diálogo Chino Roxana Graz, presidenta del Comité Cívico
Potosinista (Comcipo), la entidad que representa a instituciones de la sociedad
civil y que lidera las protestas de la región, exigiendo mayor atención del
Gobierno. La más reciente fue un paro de actividades, que se cumplió
principalmente en la ciudad capital el pasado 5 de julio.
La
apreciación de Graz tiene que ver con que desde la década de los 80, los
gobiernos bolivianos han intentado firmar contratos con empresas extranjeras,
casi siempre con desventajas económicas, según refiere el estudio “Un presente
sin futuro. El proyecto de industrialización del litio en Bolivia”. El último
intento fue en 2019 cuando en el gobierno de Evo Morales se tuvo que anular
contratos con firmas de Alemania (ACI Systems) y China (Xinjian Tbea), debido a
las protestas potosinas por regalías y mejores condiciones para el país. De
hecho, el ahora exmandatario atribuye su derrocamiento a intereses foráneos por
controlar el mineral.
Fruto
de las demandas constantes y con el fin mantener el control de este y otros
recursos minerales, se modificaron y promulgaron leyes como la Minera (2014) y
la Ley de Creación de Yacimientos de Litio Bolivianos -YLB (2017) que dejan por sentado que todo proceso
de extracción e industrialización deben estar a cargo del Estado. Pero la
intención no ha sido suficiente para alcanzar el éxito.
En
2008, durante la presidencia de Morales, Bolivia incursionó en la
industrialización del litio con un préstamo de 771 millones de dólares del
Banco Central de Bolivia, según la Fundación Solón. Actualmente, se cuenta con
una planta industrial de cloruro de potasio, que costó al Estado USD 188,1
millones, y se espera que pronto termine la construcción de la planta industrial
de carbonato de litio, que costará USD 111,1 millones, también con fondos
propios. Ambas en el salar de Uyuni.
En
entrevista con el canal estatal, el viceministro de Altas Tecnologías
Energéticas, Álvaro Arnez, mencionó que durante el 2021 se vendió y produjo
alrededor de 990 toneladas de carbonato de litio, por las que se recibió 75
millones de bolivianos (alrededor de USD 11 millones), mostrando así que la
producción de litio está creciendo en el país.
El
carbonato de litio es materia prima fundamental para la fabricación de baterías
de equipos electrónicos, entre ellos vehículos eléctricos. En tanto, el cloruro
de potasio, es uno de los componentes del NPK, un fertilizante muy completo,
conformado por Nitrógeno, Fósforo y Potasio.
Bolivia
ante los ojos del mundo
Diego
Von Vacano es profesor boliviano de ciencias políticas de la Universidad Texas
A&M en Estados Unidos. Como exasesor informal del presidente Luis Arce en
temas de litio, ve con buenos ojos que haya empresas de tres países -China, Rusia
y Estados Unidos- con diferentes ideologías políticas en este nuevo proceso con
tecnoogías EDL. Sin embargo, advierte que este coincide con un contexto
geopolítico marcado por la guerra entre Rusia y Ucrania y eso “complica el
panorama”.
En
caso de firmar con la empresa rusa, podría afectar a los mercados generales.
“Yo creo que Bolivia debe tener algún tipo de acuerdo con Rusia, pero no estoy
muy seguro de que el litio sea el rubro correcto”, dice a Diálogo Chino.
Respecto
a las compañías chinas, el país asiático controla casi todo el mercado global
del litio. “Habría que cuidar que (las empresas chinas) no estén en Bolivia
solo para controlar el precio mundial”, señala. Estados Unidos tampoco tiene un
récord positivo en relación a América Latina y la empresa que quedó en carrera
- Lilac Solutions-, “no es grande, no tiene mucha experiencia ni resultados
claros”. Hace poco se puso en duda su eficacia con las tecnologías EDL, según
refiere un artículo de Reuters.
Lejos
de la perspectiva mundial, Roxana Graz, la dirigente que representa a los
potosinos, lamenta que en los 14 años que lleva el primer proceso de
industrialización “se tarda mucho y ahora quieren hacerlo rápido (mediante
EDL), pero sin conocimiento ni información. Han hecho todo top secret y han
gastado mucho dinero”, asegura Graz, que además reclama que “la lucha por los
recursos naturales de Bolivia es ahora”.
EL
'TRIÁNGULO DEL LITIO': ¿CÓMO PUEDE COLABORAR MÉXICO CON SUDAMÉRICA PARA
EXPLOTAR ESTE MINERAL?
Examinamos
las posibilidades que trae el mineral que es considerado el nuevo petróleo a la
región de Latinoamérica, que cuenta con algunas de las más grandes reservas
internacionales de este elemento tan requerido por los vehículos eléctricos.
Cluster
Industrial de México (https://bit.ly/3R7IDey)
¡El
litio es nuestro! Esta es una expresión que identifica a las naciones de
América Latina que han decidido tomar la oportunidad de hacer suyo el codiciado
petróleo blanco, el litio, un elemento que, si bien ha sido explotado desde
hace décadas, apenas acentúa su uso con el crecimiento de la electrificación en
la movilidad de vehículos de pasajeros y transporte, e incluso en un futuro, de
aeronaves.
Esta
tendencia también se replica entre países de la región que comparten gobiernos
que se consideran “de izquierda” y hacen necesario discutir una estrategia
regional para la extracción y aprovechamiento del litio. En especial,
Argentina, Chile y Bolivia, han formado lo que algunos llaman “el triángulo del
litio” una zona donde la sintonía política está provocando un diálogo enfocado
en el aprendizaje compartido para un crecimiento en la producción del mineral;
a este triángulo busca sumarse México, como un enclave idóneo en Norteamérica,
donde la producción de vehículos eléctricos está comenzando a despegar con
grandes expectativas hacia la década de 2030.
El
medio Diálogo Chino informó que “durante la última Cumbre de las Américas
realizada en Estados Unidos, el presidente argentino Alberto Fernández y su par
chileno Gabriel Boric lanzaron el 'Grupo de Trabajo Binacional de Litio y
Salares', que ya celebró su primer encuentro con autoridades de ambos países.
Además, Argentina viene llevando adelante un diálogo con la empresa estatal de
litio de Bolivia, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), al tiempo que México,
en una etapa de desarrollo sectorial más incipiente, mantiene una línea de
comunicación con Bolivia”. Los países del llamado 'triángulo del litio',
Argentina, Bolivia y Chile, representan alrededor del 65% de las reservas
mundiales de litio.
El
gobierno federal ya ha dado pasos para nacionalizar el litio (o mejor dicho
nacionalizar la industria del mismo) y mantener el control de los depósitos de
este mineral, concentrados sobre todo en el norte del país. En abril pasado,
Cluster Industrial reportó que:
El
mercado del litio, tan solo en baterías, podría valer 22.8 mil millones de
dólares para 2030. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, México
tiene reservas comprobadas por 1.7 millones de toneladas de litio tan solo en
el estado de Sonora, aunque empresas como la inglesa Bacanora Lithium, que ya
se encuentra explotando yacimientos en el país, aseguran que las reservas
podrían alcanzar hasta 4.3 millones de toneladas. Esto pone a México en el
noveno lugar mundial del mundo en reservas del mineral, cuyo primer lugar es
ocupado por Bolivia con más de 21 millones de toneladas de reservas.
Se
estima que en los próximos siete años México produzca al menos una docena de
vehículos eléctricos e híbridos que usen este mineral en sus baterías, y en
promedio, un vehículo eléctrico podría usar entre 8-11 kilogramos de litio,
además de otros minerales como níquel, manganeso o cobalto. Lo que significa
que México tiene el potencial para producir entre 200 y 800 millones de
baterías para vehículos en sus reservas.
Más
allá de las recientes noticias de vehículos eléctricos bolivianos que serían
producidos en México y vendidos prácticamente como cuatrimotos eléctricas
(debido a que por sus características no cumplirían con la NOM para vehículos),
resulta esencial que México coopere y comparta conocimientos con los países del
triángulo del litio en Sudamérica para estandarizar la explotación de este
recurso desde normativas que no solo permitan un comercio justo de este recurso
(y que ofrezcan un horizonte de desarrollo), sino que respeten las condiciones
medio-ambientales, fomenten el avance tecnológico, ayuden a crecer el capital
humano y permitan el crecimiento de empresas locales que se integren a estas
cadenas productivas derivadas del litio.
ELECTRIFICACIÓN:
UNA REALIDAD CRECIENTE
La
electrificación de la industria automotriz ya es una realidad en México; tan
solo desde 2017, más de 330 mil vehículos eléctricos e híbridos han sido
producidos en el país, y más de 108 mil de ellos han sido totalmente
eléctricos.
En
concreto y de acuerdo con información de la INA, para 2029 se espera que al
menos 9 plantas armadoras estén produciendo más de 700 mil vehículos eléctricos
al año en nuestro país, 18.5% de la producción de EVs en Norteamérica y 18% de
la producción nacional, un aumento de 1,098% contra la producción de este tipo
de autos durante el año 2021. Esto significa que, de usar litio meramente
sustraído y procesado en yacimientos nacionales, se consumiría un aproximado de
5,600 toneladas anuales de litio para finales de la década, una producción muy
alcanzable si se trabaja rápido en una estrategia nacional para su
aprovechamiento.
Este
crecimiento exponencial representa una enorme oportunidad para las empresas de
autopartes mexicanas, no solo para aportar a la producción nacional, sino para
proveer a nuestro principal destino de exportación de partes, Estados Unidos.
Actualmente, estados como Guanajuato, Nuevo León, Coahuila y Querétaro cuentan
con ejemplos notables de empresas Tier que ya están suministrando de componentes
a ensambladoras de autos eléctricos, y el objetivo nacional es atraer proyectos
y nuevas inversiones que capitalicen estas oportunidades de inmediato.
Los
principales clústeres automotrices del país, como CLAUT, CLAUGTO, CLAUTEDOMEX y
el Clúster Automotriz de Querétaro han hecho gran énfasis en la colaboración de
todos los sectores para impulsar la adopción de la electrificación, no solo a
nivel de la cadena de suministro, sino ante la sociedad y las autoridades de
todos los niveles de gobierno, en estos esfuerzos también la INA y la AMIA se
han vuelto vocales en cuanto a la urgencia de responder ágilmente a estas
oportunidades.
Quizás
la joya de la corona en estas oportunidades, y también el gran talón de Aquiles
actual en el aprovechamiento del litio nacional en la electrificación de
vehículos es que México no cuenta aún con plantas fabricantes de baterías o
celdas de baterías para EVs.
CATL,
el mayor fabricante de baterías para vehículos en el mundo, podría ser la
primera empresa de este tipo en asentarse en México. Desde febrero pasado,
ejecutivos de la compañía china han visitado varios estados del país para
buscar colocar una inversión que podría elevarse a los miles de millones de
dólares. De instalar su gigantesca inversión en México, CATL se ahorraría
costosos impuestos de importación y ayudaría a aumentar el contenido regional
en la fabricación de vehículos eléctricos, impulsando a las armadoras
nacionales a hacer posible la manufactura de nuevos modelos electrificados.
CATL busca proveer a Tesla desde México, así como a Daimler Truck, BMW y
Stellantis, otros de sus clientes instalados en la región y con planes de
electrificación a futuro.
En
marzo pasado, Daniel Romo, líder de Inteligencia de Negocios de la plataforma
Directorio Automotriz, mencionó a Cluster Industrial: Por costos y
disponibilidad de mano de obra sí es factible que CATL se instale en México, de
hecho, el primer destino de las negociaciones es México. De entrada, fabricar
la batería de los EV sería un paso muy grande para aumentar el valor de
contenido regional en los vehículos producidos en México.
Para
finalizar, te invitamos a conocer más a fondo a la marca de autos que más
vehículos eléctricos vende actualmente en México, y también la que más está
creciendo su producción de los mismos en el país, se trata de JAC MÉXICO. No te
pierdas el episodio de nuestro podcast “Tu enlace en la industria” donde
platicamos con su director general, Isidoro Massri, de cómo la marca ha
democratizado la electromovilidad en el país. Reprodúcelo a continuación y
suscríbete a nuestro canal de YouTube. ¡Hasta la próxima!
DOMINGO
RUIZ, EXPERTO EN BATERÍAS : “HAY UN INTERÉS GUBERNAMENTAL DE QUERER HACER ALGO
PRÁCTICO CON LOS INGRESOS QUE ESTÁ GENERANDO EL LITIO"
El
académico de la Usach destacó la abundancia de este mineral en Chile y afirmó
que, dentro del mercado continental, nuestro país tiene cerca de 10 años de
desfase con Bolivia.
Diario
de Usach, Chile (https://bit.ly/3QURssD)
A
propósito del anuncio del gobierno de destinar los recursos provenientes del
litio a investigación y desarrollo, Sin Tacos Ni Corbata quiso conocer la
opinión del académico de la Facultad de Química y Biología Usach, Domingo Ruiz,
quien es experto en baterías producidas con este elemento.
El
químico explicó que “el litio es un elemento que nosotros tenemos en abundancia
en Chile, somos parte del famoso triángulo del litio, tenemos la segunda
reserva a nivel mundial, lo segundos vendedores del mundo de carbonato de
litio, así que en el ámbito mundial somos un lugar de referencia”
Domingo
Ruiz, quien fue invitado al Consejo Estratégico Ampliado de Alta Ley que,
explicó es donde se reúne el ministerio de Minería, las empresas y la academia,
“para definir los lineamientos que se van a seguir para la industria minera en
los próximos años” sostuvo que el anuncio hecho mediante el ministro de
Hacienda es positivo, ya que “hay un interés gubernamental de querer hacer algo
práctico con los ingresos que está generando el litio a nivel mundial" además de crear una industria sólida e
incluso un instituto del litio.
Ruiz
se refirió a “las cuentas alegres que se están sacando. (Esto se debe a que) la
venta del carbonato pasó de 7 mil dólares la tonelada métrica a 54 mil; es una
subida muy brusca en el valor del activo y por lo tanto los excedentes que
están quedando es poder utilizarlos (en Investigación e Innovación), aunque no
sabemos aún la bajada”
"Pero
a mí me gustaría que estos fondos por excedentes se utilizaran para desarrollar
la industria del litio y no para financiar otras industrias” dijo el académico
Usach.
El
experto se refirió además a los otros países que en la región son productores
de litio, como Argentina, que ya tiene una planta de batería, y Bolivia. Y
respecto a este último señaló: “Nosotros tenemos como 10 años de desfase con
Bolivia, no solo en la extracción sino en darle valor agregado al activo como
es el carbonato u otro derivado”.
EX
CANCILLER BOLIVIANO COMPARTE SU EXPERIENCIA INTERCULTURAL CON CHINA
Xinhua
de China (https://bit.ly/3wwS4fY)
El
ex canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni (2017-2018), atravesó desde el
altiplano boliviano hasta China, al otro extremo del océano Pacífico, para
hacer realidad la promesa a su abuelo y el sueño de ser un discípulo Shaolin,
tradición de las artes marciales chinas, con lo que logró una rica experiencia
intercultural.
El
ahora profesor de Wushu, disciplina marcial china conocida en occidente como
Kung Fu, fue cautivado por la cultura china, que le fortaleció el respeto por
los ancestros y su propia identidad aymara, pueblo indígena de la zona andina.
La
cultura aymara, cuna de los antepasados de Huanacuni, es un pueblo andino que
tiene sus orígenes en los alrededores del lago Titicaca, lo que en la
actualidad es el altiplano de Bolivia y Perú, así como la zona norte de
Argentina y de Chile.
Huanacuni
conversó con Xinhua en las instalaciones de la privada Unidad Educativa Sariri,
situada en la zona sur de la ciudad de La Paz, centro de enseñanza del que es
mentor principal y donde se imparte además de instrucción primaria y
secundaria, los idiomas aymara y chino, así como Wushu.
El
entrevistado lleva colgado al cuello una chuspa, bolsa pequeña de lana
multicolor que fue tejida por su abuela y que lo acompaña a todos lados,
símbolo que identifica su cultura.
"La
chuspa la llenamos con la hoja de coca. Me acompaña a todos lados, es parte de
la identidad del mundo aymara", contó.
El
político de izquierda vivió hasta los 15 años en una comunidad del altiplano
boliviano, en el departamento occidental de La Paz, para luego migrar a la
capital donde aprendió español e inglés, así como algo de chino.
Durante
la charla con Xinhua, Huanacuni habló de manera amplia sobre su experiencia en
China como discípulo Shaolin, así como de las semejanzas que encontró entre las
culturas boliviana y china.
En
1999, motivado por su abuelo, Huanacuni decidió hacer su primer viaje fuera de
Bolivia y no se fue nada cerca porque dio un salto hasta China.
Pidió
entonces de rodillas ser recibido en el templo de Shaolin, situado en la provincia
china de Henan, recinto donde fue aceptado como prueba por una semana, pero al
final se quedó casi tres años para forjar su carácter y apego a la cultura del
país asiático.
Huanacuni
cumplió así dos de sus anhelos: dejar en una montaña sagrada la ofrenda que le
entregó su propio abuelo y ser discípulo Shaolin.
La
ofrenda consistía en flores, frutos y plantas aromáticas para que las llevara a
Kailash, que es una montaña considerada sagrada en Tíbet.
Para
Huanacuni, dentro de la cultura andina asimiló de sus ancestros confiar en la
Pacha, es decir, el tiempo-espacio donde todos los seres habitan, así como en
la vida, mientras que en el templo de Shaolin aprendió de la disciplina y la
cultura chinas, así como a esperar con paciencia.
"Esas
dos lecciones me ayudan ahora como político, padre, profesor y habitante del
mundo para poder caminar en paz", compartió el entrevistado.
Cuando
Huanacuni fue nombrado canciller, en enero de 2017, su primera visita fuera de
Bolivia fue precisamente a China.
Durante
la visita, volvió a Shaolin, donde el abad encargado le dijo "si un hijo
parte del pueblo y vuelve con honores, el honor es para el pueblo. Tú eres hijo
de Shaolin, partiste y volviste con honores, ese honor también es para el
templo".
Ese
reconocimiento le proporcionó a Huanacuni mucha alegría, pero también le ayudó
a fortalecer su propio aprecio por las culturas boliviana y china.
Para
el discípulo Shaolin, el desarrollo que ha conseguido China en tan poco tiempo
se debe a múltiples factores, pero en lo fundamental porque la fuerza se
concentra en su identidad y su cultura que le proyectan a seguir creciendo.
Por
su amplia experiencia en ambos países, el político boliviano ve que China y
Bolivia comparten similitudes.
Entre
estas similitudes encuentra que ambas naciones cuentan con el "techo del
mundo", en el caso de China, con Tíbet, mientras que Bolivia cuenta con el
altiplano de La Paz que está a más de 4.000 metros de altitud, además de tener
culturas ancestrales profundas y territorio multiétnico.
Estas
semejanzas las nutren montañas andinas como Illimani, Sajama y Mururata en
Bolivia, así como la cordillera de los Himalaya en China.
Con
la vivencia Shaolin hace más de dos décadas y otros viajes más recientes a
China, el entrevistado se ha convertido en testigo de las grandes y rápidas
transformaciones que experimenta el país asiático.
Como
ejemplo puso a la población de Zhengzhou a la que llegó en 1999, año en que
tenía un aeropuerto pequeño y hoy en día es de gran magnitud, además de que
hace más de dos décadas era una ciudad pequeña con construcciones precarias,
pero en la actualidad es una urbe moderna.
El
político boliviano no dejó de mencionar la carretera de Zhengzhou a Shaolin, ya
que cuando llegó al lugar hace 23 años tenía que tomar diferentes rutas porque
no había conectividad óptima, recorrido que ahora solamente requiere de una
hora, al contar con vías asfaltadas pero aún pintorescas.
Para
el otrora guerrero Shaolin, la cultura y la administración china son factores
fundamentales en los avances a pasos gigantescos del país asiático.
Recordó
que mucha gente le dice que China es "una potencia", a lo que él
contesta "no", ya que más bien es "una superpotencia", lo
que no se debe a "un milagro", sino que es "producto de una
buena administración".
POR
CONFLICTO EN BOLIVIA, SIGUE BLOQUEADO PUENTE
Camioneros
del vecino país exigen a la Aduana que no permita que el tren transporte
mercadería.Consideran que eso, además de estar prohibido, los perjudica por ser
una competencia desleal.
El
Tribuno de Argentina (https://bit.ly/3PU9dXs)
El
paso internacional La Quiaca - Villazón se encuentra bloqueado desde el lunes
por la noche, por una protesta en la ciudad boliviana.
La
medida es llevada adelante por el Sindicato de Transporte Pesado "1 de
Mayo", que exige a la Aduana de Bolivia que el tren que une Villazón con
Oruro, deje de transportar mercaderías, supuestamente de contrabando.
Según
informaron dirigentes del sindicato antes mencionado, es la quinta vez que
Aduana del vecino país incauta gran cantidad de mercadería argentina, que es
transportada vía ferroviaria.
"Los
vagones y el servicio que presta la empresa es únicamente para transportar
mineral, no mercadería. Eso nos ocasiona un gran perjuicio, además de ser una
competencia desleal", indicaron.
El
conflicto tuvo su origen el último fin de semana, cuando el gerente regional de
Potosí, de Aduana Bolivia, Alex Yamil Mamani, anunció el secuestro de harina y
cerveza argentina por un monto equivalente a más de un millón de pesos
bolivianos, aproximadamente unos $250 millones en moneda argentina.
"En
Villazón, la Aduana Nacional intervino cinco vagones de tren y cinco camiones
que transportaban 7.000 bolsas de harina, 800 bolsas de maíz y 400 paquetes de
cerveza de procedencia argentina, valuada en más de un millón de bolivianos, en
el marco del Plan del Sur", señalaron desde ese organismo federal.
Los
transportistas radicalizaron las medidas cortando no solamente el paso
internacional, sino también otras vías de acceso a la vecina ciudad boliviana,
como calles e incluso las vías férreas.
Por
otra parte, emitieron un comunicado el cual señala: "Frente a la
negligencia y falta de interés de nuestras autoridades nacionales, en relación
a los delitos de contrabando, rechazamos contundentemente la respuesta de Aduana
Nacional".
Sucede
que la mercadería argentina cruza al otro lado de la frontera
indiscriminadamente por pasos no habilitados, seis días a la semana y a plena
luz del día.
En
Villazón todo se almacena y luego se transporta hacia otros puntos de Bolivia,
aprovechando que la devaluación del peso argentino es favorable a los
compradores bolivianos.
Asimismo,
desde el Consulado Argentino en Villazón se logró la apertura del puente por un
lapso breve, para el ingreso al país de vehículos con patente argentina.
LUIS
ARCE: "SOBRE NUESTRO CADÁVER UN GOLPE DE ESTADO" EN BOLIVIA
El
presidente de Bolivia dijo que "la derecha siempre va a buscar excusas
para desestabilizarnos", pero que "el pueblo boliviano no quiere más
golpes".
DW
de Alemania (https://bit.ly/3AmWEhW)
El
presidente de Bolivia, Luis Arce, encabezó este jueves (25.08.2022) una marcha
de varios miles de simpatizantes y dijo que sobre su cadáver prosperará un
golpe de Estado que -según él- trama la oposición de derecha.
"Sobre
nuestro cadáver un golpe de Estado", afirmó el mandatario durante un
encuentro partidario en una plaza pública de La Paz, a la que asistió su
vicepresidente David Choquehuanca y el exmandatario Evo Morales (2006-2019).
Las
dos autoridades y el líder político encabezaron desde temprano una marcha de
varios miles de personas trabajadoras de minas, de la agricultura, indígenas y
simpatizantes del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Muchas de ellas
portaron banderas bolivianas rojo, amarillo y verde; azules y blancas que
pertenecen al MAS y la multicolor whipala, el ajedrezado símbolo de los pueblos
indígenas. Recorrieron varias calles y avenidas hasta desembocar en una plaza
céntrica de La Paz.
El
oficialismo asegura de manera reiterada que la oposición de derecha arma un
golpe de Estado contra Arce, en el poder desde noviembre de 2020. Además, que
los grupos opositores pretenden reeditar una asonada golpista, como la que
dicen que ocurrió contra Morales en 2019, en medio de una fuerte convulsión
social.
Arce
señaló en su discurso que "la derecha siempre va a buscar excusas para
desestabilizarnos", pero que "el pueblo boliviano no quiere más
golpes, el pueblo quiere trabajar, progresar e industrializar el país".
Agregó que las potencias occidentales "quieren nuestro litio, quieren
nuestro gas, quieren nuestro hierro".
Por
su lado, Morales dijo que "solo nos quieren para garantizar la materia
prima y no quieren que demos el valor agregado" a los recursos naturales
bolivianos.
Arce
también mencionó que la oposición de derecha rechaza un censo de población y
vivienda, previsto para 2024, solamente con afanes desestabilizadores. La
oposición ha desmentido las denuncias oficialistas. Sobre el censo de
población, dice que quiere su avance para 2023 y que su postergación perjudica
la distribución de fondos públicos.
BOLIVIA,
LOS COCALEROS Y LA POSIBLE VUELTA DE EVO MORALES
Las
protestas de cocaleros en La Paz contra la apertura de un nuevo mercado de
venta de hoja de coca ponen en jaque a los vecinos de Miraflores. La situación
tiene numerosas connotaciones políticas y económicas.
DW
de Alemania (https://bit.ly/3wwz6Gc)
Desde
hace semanas, la gente de la zona de Miraflores, en La Paz, vive en la
incertidumbre. Los vecinos llevan a cabo marchas pacíficas para pedir el cese
del conflicto entre campesinos cocaleros, cuyas protestas, habituales desde
hace cuatro semanas, están dañando la infraestructura de sus viviendas,
afectadas por explosiones de agentes químicos y dinamita, y han provocado el
cierre de siete escuelas. Las duras intervenciones policiales para reprimir a
los cocaleros han contribuido a recrudecer el conflicto.
¿Cómo
se ha llegado a esta situación en un país cuya Ley General de la Coca, la ley
906, dicta con claridad la comercialización de la planta? Según esa norma y los
convenios internacionales, en Bolivia existen dos mercados legales para vender
hoja de coca. Uno es el de Villa Fátima, en La Paz, donde opera la Asociación
Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), dirigida actualmente por
Freddy Machicado. En él venden los indígenas de la región de Yungas, a dos
horas de la capital. El otro mercado legal es el de Sacaba, en Cochabamba, la
región de Evo Morales.
El
mercado paralelo de Arnold Alanes
Pero
en la capital boliviana ha abierto, con autorización del Gobierno de Luis Arce,
un nuevo mercado de hoja de coca en Villa El Carmen, Miraflores, cuyo dirigente
es Arnold Alanes, afín al gobernante partido MAS.
Los
indígenas de Yungas, dirigidos por Machicado, protestan violentamente contra el
mercado de Alanes, que consideran ilegal, y reclaman su cierre. Para Fernando
Salazar Ortuño, docente investigador de la Universidad Pública Mayor de San
Simón, "el mercado paralelo en La Paz es un movimiento de fuerza política
de los productores de Cochabamba. Evo Morales respalda este mercado privado
ilegal", dice Salazar a Deutsche Welle. Según el investigador, el objetivo
último del MAS sería tener el monopolio total del mercado y la producción de
coca en Bolivia.
Una
marcha y una vigilia
Así
las cosas, el jueves 25 de agosto está convocada una marcha encabezada por Luis
Arce, junto con el vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, y Evo Morales.
El Gobierno de Arce y el MAS acusan a la oposición de buscar la
desestabilización del país, y consideran una conspiración el rechazo a un censo
de población, previsto para 2024, y los reclamos de los cocaleros de Adepcoca
contra el mercado paralelo.
Por
su parte, los afiliados de Adepcoca preparan una vigilia ante el temor de que
la institución pudiera ser intervenida. Han convocado a sus bases de las
provincias de Los Yungas para viajar hasta La Paz, con el objetivo de que se
unan a la acción. Machicado dice que ellos están "abiertos al
diálogo" y argumenta que su protesta se dirige contra el Gobierno,
"porque es el que viene haciendo funcionar puestos de venta ilegal,
transgrediendo las normas que rigen nuestro Estado".
"El
objetivo del Gobierno es generar división"
Para
Iván Velásquez, de la Fundación Konrad Adenauer en Bolivia, todo el asunto tiene
numerosas connotaciones políticas. "Por un lado, están los campesinos
afines al MAS que operan en La Paz, junto con los indígenas del Chapare de
Cochabamba, afines a Evo Morales. Por otro lado están los Yungas, que por este
problema han dado la espalda al MAS y al Gobierno".
Con
la creación del mercado paralelo, los indígenas que operan en La Paz quedan
divididos. "Por eso la Policía, de alguna manera, está protegiendo ese
mercado paralelo y todavía no hay una determinación del Gobierno de cerrarlo,
porque la división entre los campesinos es lo que le importa", indica
Velásquez. "Y, detrás del tema político, también está el tema
económico", continúa el experto de la Fundación Konrad Adenauer. "La
coca es un producto que tiene un precio sumamente caro", agrega.
Persisten
la pobreza, desigualdad y discriminación a indígenas
Si
alguien pensaba que el hecho de que Bolivia hubiera tenido un presidente
indígena, como Evo Morales, y que el actual ministro de Economía sea indígena,
iba a generar paz en un país compuesto mayoritariamente por indígenas y
campesinos, se equivocaba. "Desde hace más de 15 años, hay conflictividad.
El problema de los cocaleros es muestra de ello. Los temas relacionados con
pobreza, desigualdad, discriminación a los campesinos y a los indígenas no se
han resuelto. No debería haber problemas, pero sucede todo lo contrario. Hay
incluso más, por ejemplo, con los indígenas de Tierras Altas, que no son ni
quechuas ni aymaras, cuyas necesidades están insatisfechas", dice el
experto de la Fundación Konrad Adenauer.
Y,
en última instancia, el conflicto cocalero podría ser la antesala de la vuelta
al poder de Evo Morales, muy activo entre los cultivadores de coca de
Cochabamba. "A él le interesa estar presente por las elecciones que se
vienen en menos de un año y medio. Una facción en Santa Cruz ya lanzó la
candidatura de Morales. Eso es una muestra de que, de alguna manera, ya hay la
decisión formal de presentarse a elección", concluye Velásquez.
EN
AMAZONÍA BOLIVIANA, BLOQUES PETROLEROS INVADEN ÁREAS PROTEGIDAS
Stabroek
News de Guyana (https://bit.ly/3wwY6gr)
Durante
años, el pueblo indígena tacana de la Amazonía boliviana ha advertido sobre los
terribles impactos ambientales de las actividades de exploración petrolera en
sus bosques, ubicados en el Parque Nacional Madidi y la Reserva Natural
Manuripi. Estas actividades se basan en dos decretos ejecutivos, conocidos como
decretos supremos, emitidos en 2015 y 2022, que activistas ambientales y
científicos dicen que representan un golpe directo a las áreas protegidas de
Bolivia al abrir parques para la explotación petrolera.
En
mayo de 2015, el entonces presidente Evo Morales emitió el Decreto Supremo
2366, autorizando la actividad petrolera en 24 millones de hectáreas (59
millones de acres) de tierra, o alrededor del 22% del territorio de Bolivia,
incluidos los parques nacionales. Antes de esto, el país nunca había permitido
que las empresas exploraran y explotaran estos ecosistemas clave.
La
alianza periodística ManchadosXelPetróleo descubrió ahora que los bloques de
exploración petrolera actualmente se superponen con 21 de las 53 áreas
protegidas nacionales y subnacionales ubicadas en la región amazónica de
Bolivia, algunas de ellas en su totalidad.
Cuando
se promulgó el Decreto Supremo 2366, inmediatamente se iniciaron las
negociaciones con las empresas transnacionales para la parcelación de los
bloques en la nueva frontera petrolera.
Según
la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), una organización boliviana que
trabaja en la conservación del patrimonio natural, la superficie total de
bloques petroleros en la región amazónica del país se ha más que duplicado
desde entonces. Un análisis geoespacial que realizó con la Red Amazónica de
Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) arrojó que el área asignada
para bloques petroleros en la selva entre 2012 y 2020 pasó de 7,3 millones de
hectáreas a 15,7 millones de hectáreas (18 millones de acres a 38,7 millones de
hectáreas). acres), lo que representa un total de 76 bloques.
Eso
es más de la mitad del área total de bloques petroleros en todo el país, que
cubren 28,3 millones de hectáreas (70 millones de acres). Según FAN, el 27% de
las áreas protegidas de Bolivia están ahora en riesgo debido a la actividad
petrolera.
“Toda
la nueva normativa abre la puerta a territorios donde habitualmente no se han
realizado actividades hidrocarburíferas, como áreas protegidas, ya sean
nacionales o subnacionales”, dijo a Mongabay Latam Marlene Quintanilla,
directora de investigación y ciencias del conocimiento de FAN.
Jorge
Campanini, investigador del Centro de Documentación e Información de Bolivia
(CEDIB), dijo que casi el 17% de las tierras administradas por el SERNAP, el
Servicio Nacional de Áreas Protegidas, “ahora es un área de extractivismo o
donde se realizan actividades petroleras”.
Según
una investigación de CEDIB, el 75% de los parques naturales y áreas de manejo
integrado de Bolivia se superponen con concesiones petroleras de la empresa
española Repsol, la estatal brasileña Petrobras y la empresa mixta
boliviana-venezolana PetroAndina. Las áreas protegidas más afectadas en la
región amazónica son los parques nacionales Amboró y Madidi, el Parque Nacional
y Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS) y la Reserva de la Biosfera Pilón
Lajas.
La
presión sobre la región amazónica aumentó en febrero de este año, cuando se
emitió otra orden ejecutiva, el Decreto Supremo 4667, que identifica nuevas
áreas, principalmente en la Amazonía, para la exploración de petróleo y gas.
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