Monday, November 29, 2021

MULTITUDINARIA MARCHA PROGUBERNAMENTAL EN BOLIVIA LLEGA HOY A LA PAZ

Una vez más el Movimiento Al Socialismo muestra su poder de convocatoria que emana desde las raíces más profundas del pueblo y demuestra que los partidos de oposición están más alejados de la realidad que vive el país.

La Marcha por la Patria y la Democracia demuestra que dos ciudades no son toda Bolivia y que hay un pueblo movilizado y dispuesto a defender la decisión de los bolivianos que se refleja en las urnas.

La Marcha por la Patria es un espaldarazo a la buena gestión del Presidente Luis Arce y le gana la pulseta a las mal denominadas marchas, paros o bloqueos por la libertad y democracia, intentando mostrar que el país vive en una profunda crisis, cuando la realidad es otra.

EL MAS MUESTRA SU MUSCULATURA... 


En su última jornada la Marcha por la Patria en apoyo al presidente boliviano Luis Arce y a la democracia arribará hoy a La Paz, tras partir el pasado martes del departamento de Oruro.
En la caminata de más de 200 kilómetros participan integrantes de la Central Obrera Boliviana y del Pacto de Unidad formado por entes como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos.
También transitan representantes de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias-Bartolina Sisa y la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales Originarias, de acuerdo con reportes de la Agencia Boliviana de Información.
La relación de instituciones sociales participantes comprende al Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu y a la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano, entre otras.
Según estimaciones del líder del Movimiento al Socialismo, Evo Morales, la marcha pasará del millón de caminantes cuando llegue este lunes a la sede de Gobierno, ocasión en que “vamos a reventar La Paz con una vocación democrática, y con una convicción revolucionaria”, dijo.
“Marchamos unidos para defender Bolivia, su democracia y su gobierno democrático. Somos un pueblo digno que nunca más permitirá atentados golpistas a la Patria”, subrayó Morales.
Este sábado el presidente Arce se sumó a la caminata y destacó el simbolismo de unidad de la marcha y el mensaje de trabajo y desarrollo contra sectores que buscan el estancamiento del país por intereses de grupos externos.
El mandatario reiteró que Bolivia necesita trabajar, salir de la crisis y avanzar, pero denunció que “hay gente que no quiere que avancemos, hay gente que quiere que nos estanquemos porque responde no solo a sus intereses personales de grupos, sino también a intereses internacionales”.
El evento recibió el apoyo y solidaridad internacional, como lo demuestra la presencia en su recorrido de los embajadores de Argentina, Ariel Basteiro, y de Nicaragua, Elías Chévez.
Basteiro calificó este suceso como un acto democrático de «defensa de los valores que llevaron a Evo Morales en el 2005 al Gobierno y todo el proceso de cambio que se vive en Bolivia incluso hoy también con Lucho (Arce)».
«Bolivia no está sola, estamos los pueblos de Latinoamérica para acompañar y seguir bregando por la patria grande», proclamó.
El diplomático argentino anunció que asistirá a la concentración del fin de la marcha en la plaza de San Francisco en La Paz, «para mostrar a toda Latinoamérica que hay un pueblo movilizado en defensa de la democracia».
 
 
 
 
 
ONU NOMBRA A GRUPOS BOLIVIANOS GOLPISTAS COMO PARAMILITARES
 
Telesur de Venezuela (https://bit.ly/3o451Ko)
 
El Comité Contra la Tortura de la Organización de Naciones Unidas (ONU) nombró a los grupos bolivianos Resistencia Juvenil Cochala y a Resistencia Juvenil Cruceñista, contrarios al Gobierno del presidente Luis Arce, como grupos paramilitares.
Dicha valoración está fundamentada en la actuación de estos grupos, mediada según la organización internacional por financiación y cooperación con las fuerzas de seguridad del país durante el golpe de Estado contra el entonces mandatrario Evo Morales en 2019.
El presidente del Comité contra la Tortura de la ONU, Claude Heller Chairperson precisó que estos grupos “justificaban su acción en defensa de la democracia para apoyar en barrios a los opositores de Evo Morales durante paros y bloqueos”.
El relator Claude Heller Chairperson remarcó también que en Bolivia se dieron acciones de racismo y discriminación en 2019 e indicó asimismo que durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez ocurrieron hechos como la quema de la wiphala (bandera indígena) en “un acto de venganza e incitación al odio”.
“Los hechos de discriminación se expresaron en acciones de militares y policías, y la represión y el lenguaje racista se dirigieron en contra de la población movilizada, que en su mayoría era indígena, obrera y campesina, tal como ocurrió en Betanzos, Yapacaní, Montero, Sacaba y Senkata”, acotó el funcionario.
Según un informe publicado por el Ministerio de Justicia boliviano dichos grupos estuvieron financiados por organizaciones denominadas pititas y además contaban con la cooperación de las fuerzas de seguridad nacional.
Por otra parte, el portavoz de la delegación boliviana en la 72 Sesión del Comité contra la Tortura, en el marco de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, el viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales, César Siles, dijo que los procesos judiciales abiertos contra la expresidenta de facto se encuentran en revisión por ser “juicios de responsabilidades que podrían o no seguir su curso, dependiendo del reconocimiento o no de su condición legítima y legal de presidenta”.
 
 
 
 
 
EL LINENSE QUE RESCATÓ A EVO MORALES
 
El doctor en Economía Alfredo Serrano se convirtió en protagonista de la evacuación del presidente de Bolivia en noviembre de 2019. Su papel fue clave como intermediario en medio de unos días convulsos que relata en un libro presentado en Buenos Aires
 
Europa Sur de España (https://bit.ly/3I1m5Zk)
 
El 10 de noviembre de 2019 casi nadie sabía dónde estaba el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando anunció su renuncia al cargo después de 14 años en medio de lo que muchos consideran un golpe de Estado en toda regla. Un reducido grupo de personas trabajaba para ponerlo a salvo fuera del país junto a la entonces ministra de Salud, Gabriela Montaño, y el entonces vicepresidente boliviano, Álvaro García Linares. En la primera línea de aquellas gestiones para rescatar al presidente se encontraba un linense, Alfredo Serrano Mancilla, que acaba de lanzar un libro sobre lo que vivió como protagonista de aquellos días. Evo: Operación Rescate: una trama geopolítica en 365 días, fue presentado el jueves en Buenos Aires.
Serrano Mancilla es un doctor en Economía cercano en su origen a Podemos, en el que no milita, que es director desde 2014 del Centro de Estudios Estratégicos Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), con sede en Quito. En 2016, su nombre saltó a los medios de comunicación de todo el mundo cuando se convirtió en el cerebro de la nueva política de Nicolás Maduro para resolver la crisis en Venezuela. En aquellos días, el líder bolivariano no dudó en calificarlo como "el Jesucristo de la economía" y "el teórico de la economía cristiana".
En noviembre de 2019, Serrano Mancilla recibió, en Argentina, una llamada de Álvaro García Linera, el vicepresidente boliviano al que conocía desde hacía ya un tiempo. El dirigente le transmitió entonces que la situación en el país era crítica y que la vida de Evo corría peligro. Se había refugiado en la zona del Chapare, en Cochabamba, junto a García Linera y la ministra de Salud, Gabriela Montaño, para evitar que lo capturaran los responsables del golpe de Estado.
El linense se puso manos a la obra para contactar con aquellos gobiernos que pudieran ayudarlos. Llamó primero a Alberto Fernández, el presidente entrante de Argentina y también al gobierno mexicano. "Tuvimos infinitas llamadas, infinitos diálogos. Me tocó vivirlo en primera persona siendo fundamentalmente telefonista y pegamento en medio de tantos actores relevantes, como lo fue el gobierno mexicano, que respondió que sí ante la pregunta loca de si podía mandar un avión a buscar a Evo", afirmó el linense en declaraciones La diaria. "Alberto Fernández también lo intentó con el presidente saliente, Mauricio Macri, que le dio una negativa, a pesar de que le fue planteado como un asunto humanitario. Seguidamente llamó al presidente paraguayo, Mario Abdo, que, a pesar de las diferencias ideológicas, sí aceptó", continuó.
Cuando Morales prefirió escapar con un avión de México, comenzó lo que Serrano Mancilla considera un thriller. El entonces presidente de Perú Martín Vizcarra había dicho que sí ayudaría, después dijo que no, y al final impidió la vuelta vía Lima a repostar combustible. "El último episodio fue el del gobierno ecuatoriano, con [el ahora expresidente] Lenin Moreno, porque desde la torre de control de Guayaquil se negó el paso por espacio aéreo ecuatoriano al avión, ya con Evo, Álvaro y Gabriela adentro, y hubo que modificar el trayecto", relata Serrano mancilla.
Horas antes de su renuncia, el dirigente boliviano había anunciado la convocatoria de nuevas elecciones generales tras el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que recomendaba la repetición de la primera ronda de los comicios celebrados el 20 de octubre que le dieron como ganador. Las Fuerzas Armadas y la Policía boliviana pidieron a Morales su renuncia para pacificar el país. Entonces fue cuando decidió marcharse para evitar males mayores.
"La idea era transmitir cómo se tejió la trama después del golpe. Las historias fueron muchas y rescato particularmente los gestos de solidaridad", explicó el autor durante la presentación del libro, que relata también el exilio del dirigente boliviano en México y Argentina y el retorno a su país, a un año del golpe y ya con su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), otra vez en el gobierno, con Luis Arce como presidente.
 
 
 
 
 
SEGUNDA OLEADA PROGRESISTA EN AL / ÁLVARO GARCÍA LINERA
 
La Jornada de México (https://bit.ly/3p8i4K2)
 
El mundo está atravesando una transición política-económica estructural. El viejo consenso globalista de libre mercado, austeridad fiscal y privatización que encandiló a la sociedad mundial durante 30 años, hoy se ve cansado y carece de optimismo ante el porvenir. La crisis económica de 2008, el largo estancamiento desde entonces, pero principalmente el lockdown de 2020 han erosionado el monopolio del horizonte predictivo colectivo que legitimó el neoliberalismo mundial. Hoy, otras narrativas políticas reclaman la expectativa social: flexibilización cuantitativa para emitir billetes sin límite; Green New Deal, proteccionismo para relanzar el empleo nacional, Estado fuerte, mayor déficit fiscal, más impuestos a las grandes fortunas, etc., son las nuevas ideas-fuerza que cada vez son más mencionadas por políticos, académicos, líderes sociales y la prensa del mundo entero. Se desvanecen las viejas certidumbres imaginadas que organizaron el mundo desde 1980, aunque tampoco hay nuevas que reclamen con éxito duradero el monopolio de la esperanza de futuro. Y mientras tanto, en esta irresolución de imaginar un mañana más allá de la catástrofe, la experiencia subjetiva de un tiempo suspendido carente de destino satisfactorio agobia el espíritu social.
América Latina se adelantó a estas búsquedas mundiales hace más de una década. Los cambios sociales y gubernamentales en Brasil, Venezuela, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, dieron cuerpo a esta “primera oleada” de gobiernos progresistas y de izquierda que se plantearon salir del neoliberalismo. Más allá de ciertas limitaciones y contradicciones, el progresismo latinoamericano apostó a unas reformas de primera generación que logró tasas de crecimiento económico entre 3 y 5 por ciento, superiores a las registradas en tiempos anteriores. Paralelamente, se redistribuyó de manera vigorosa la riqueza, lo que permitió sacar de la pobreza a 70 millones de latinoamericanos y de la extrema pobreza a 10 millones. La desigualdad cayó de 0.54 a 0.48, en la escala de Gini y se aplicó un incremento sostenido del salario y de los derechos sociales de los sectores más vulnerables de la población que inclinó la balanza del poder social en favor del trabajo. Algunos países procedieron a ampliar los bienes comunes de la sociedad mediante la nacionalización de sectores estratégicos de la economía y, como en el caso de Bolivia, se dio paso a la descolonización más radical de la historia, al lograr que los sectores indígena-populares se constituyan en el bloque de dirección del poder estatal.
Esta primera oleada progresista que amplió la democracia con la irrupción de lo popular en la toma de decisiones, se sostuvo sobre un flujo de grandes movilizaciones sociales, descrédito generalizado de las políticas neoliberales, emergencia de liderazgos carismáticos portadores de una mirada audaz del futuro y un estado de estupor de las viejas élites gobernantes.
La segunda oleada progresista
La primera oleada del progresismo latinoamericano comenzó a perder fuerza a mediados de la segunda década del siglo XXI, en gran parte, por cumplimiento de las reformas de primera generación aplicadas.
El progresismo cambió la tasa de participación del excedente económico en favor de las clases laboriosas y el Estado, pero no la estructura productiva de la economía. Esto inicialmente le permitió transformar la estructura social de los países mediante la notable ampliación de las “clases medias”, ahora con mayoritaria presencia de familias provenientes de sectores populares e indígenas. Pero la masificación de “ingresos medios”, la extendida profesionalización de primera generación, el acceso a servicios básicos y vivienda propia, etc., modificó no sólo las formas organizativas y comunicaciones de una parte del bloque popular, sino también su subjetividad aspiracional. Incorporar estas nuevas demandas y darle sostenibilidad económica en el marco programático de mayor igualdad social, requería modificar el modo de acumulación económica y las fuentes tributarias de retención estatal del excedente.
La incomprensión en el progresismo de su propia obra y la tardanza en plantarse los nuevos ejes de articulación entre el trabajo, el Estado y el capital, dieron paso desde 2015 a un regreso parcial del ya enmohecido programa neoliberal. Pero, inevitablemente, este tampoco duró mucho. No había novedad ni expansivo optimismo en la creencia religiosa en el mercado, sólo un revanchismo enfurecido de un “libre mercado” crepuscular que desempolvaba lo realizado en los años 90 del siglo XX: volver a privatizar, a desregular el salario y concentrar la riqueza.
La educación sexual en países progresistas
Ello dio pie a la segunda oleada progresista que desde 2019 viene acumulando victorias electorales en México, Argentina, Bolivia, Perú y extraordinarias revueltas sociales en Chile y Colombia. Esto enmudeció esa suerte de teleología especulativa sobre el “fin del ciclo progresista”. La presencia popular en la historia no se mueve por ciclos, sino por oleadas. Pero claro, la segunda oleada no es la repetición de la primera. Sus características son distintas y su duración también.
En primer lugar, estas nuevas victorias electorales no son fruto de grandes movilizaciones sociales catárticas que por su sola presencia habilitan un espacio cultural creativo y expansivo de expectativas transformadoras sobre las que puede navegar el decisionismo gubernamental. El nuevo progresismo resulta de una concurrencia electoral de defensa de derechos agraviados o conculcados por el neoliberalismo enfurecido, no de una voluntad colectiva de ampliarlos, por ahora. Es lo nacional-popular en su fase pasiva o descendente.
Es como si ahora los sectores populares depositaran en las iniciativas de gobierno el alcance de sus prerrogativas y dejaran, de momento, la acción colectiva como el gran constructor de reformas. Ciertamente, el “gran encierro” mundial de 2020 ha limitado las movilizaciones, pero curiosamente no para las fuerzas conservadoras o sectores populares allí donde no hay gobiernos progresistas, como Colombia, Chile y Brasil.
Una segunda característica del nuevo progresismo es que llega al gobierno encabezado por liderazgos administrativos que se han propuesto gestionar de mejor forma en favor de los sectores populares, las vigentes instituciones del Estado o aquellas heredadas de la primera oleada; por tanto, no vienen a crear unas nuevas. Dicho de otra manera, no son liderazgos carismáticos, como en el primer progresismo que fue dirigido por presidentes que fomentaron una relación efervescente, emotiva con sus electores y disruptivas con el viejo orden. Sin embargo, la ausencia de “relación carismática” de los nuevos líderes no es un defecto sino una cualidad del actual tiempo progresista, pues fue por esa virtud que fueron elegidos por sus agrupaciones políticas para postularse al gobierno y, también, por lo que lograron obtener la victoria electoral. En términos weberianos, es la manera específica en que se rutiniza el carisma, aunque la contraparte de ello será que ya no puedan monopolizar la representación de lo nacional-popular.
En tercer lugar, el nuevo progresismo forma ya parte del sistema de partidos de gobierno, en cuyo interior lucha por ser dirigente. Por tanto, no busca desplazar el viejo sistema político y construir uno nuevo como en la primera época, lo que entonces le permitió objetivamente enarbolar las banderas del cambio y de la transgresión por exterioridad al “sistema tradicional”. Lo que ahora se proponen es estabilizarlo preservando su predominancia, lo que los lleva a una práctica moderada y agonista de la política.
En cuarto lugar, la nueva oleada progresista tiene al frente a unos opositores políticos cada vez más escorados hacia la extrema derecha. Las derechas políticas han superado la derrota moral y política de la primera oleada progresista y, aprendiendo de sus errores, ocupan las calles, las redes y levantan banderas de cambio.
Han cobrado fuerza social mediante implosiones discursivas reguladas que las ha llevado a enroscarse en discursos antiindígena, antifeminista, antiigualitarista y anti-Estado. Abandonando la pretensión de valores universales, se han refugiado en trincheras o cruzadas ideológicas. Ya no ofrecen un horizonte cargado de optimismo y persuasión, sino de revancha contra los igualados y exclusión de quienes se considera son los culpables del desquiciamiento del viejo orden moral del mundo: los “populistas igualados”, los “indígenas y cholos con poder”, las mujeres “soliviantadas”, los migrantes pobres, los comunistas redivivos…
Esta actual radicalización de las derechas neoliberales no es un acto de opción discursiva, sino de representación política de un notable giro cultural en las clases medias tradicionales, con efecto en sectores populares. De una tolerancia y hasta simpatía hacia la igualdad hace 15 años atrás, la opinión pública construida en torno a las clases medias tradicionales ha ido girando hacia posiciones cada vez más intolerantes y antidemocráticas ancladas en el miedo. Las fronteras de lo decible públicamente han mutado y el soterrado desprecio por lo popular de años atrás ha sido sustituido por un desembozado racismo y anti-igualitarismo convertidos en valores públicos.
La melancolía por un antiguo orden social abandonado y el miedo a perder grandes o pequeños privilegios de clase o de casta ante la avalancha plebeya han arrojado a estas clases medias a abrazar salvacionismos político-religiosos que prometen restablecer la autoridad patriarcal en la familia, la inmutabilidad de las jerarquías de estirpe en la sociedad y el mando de la propiedad privada en la economía ante un mundo incierto que ha extraviado su destino. Es un tiempo de politización reaccionaria, fascistoide, de sectores tradicionales de la clase media
Y finalmente, en quinto lugar, el nuevo progresismo afronta no sólo las consecuencias sociales del “gran encierro” planetario que 2020 desplomó la economía mundial sino, en medio de ello, el agotamiento de las reformas progresistas de primera generación.
Esto conlleva una situación paradojal de unos liderazgos progresistas para una gestión de rutina en tiempos de crisis económicas, médicas y sociales extraordinarias.
Pero, además, globalmente se está en momentos de horizontes minimalistas o estancados: ni el neoliberalismo en su versión autoritaria logra superar sus contradicciones para irradiarse nuevamente ni los diversos progresismos logran consolidarse hegemónicamente. Esto hace prever un tiempo caótico de victorias y derrotas temporales de cada una de estas u otras opciones.
Sin embargo, la sociedad no puede vivir indefinidamente en la indefinición de horizontes predictivos duraderos. Más pronto que tarde, de una u otra manera, las sociedades apostarán por una salida, la que sea. Y para que el porvenir no sea el desastre o un oscurantismo planetario con clases medias rezando por “orden” a la puerta de los cuarteles como en Bolivia, el progresismo debe apostar a producir un nuevo programa de reformas de segunda generación que, articuladas en torno a la ampliación de la igualdad y la democratización de la riqueza, propugne una nueva matriz productiva para el crecimiento y bienestar económicos.
Pero, además, con ello, ayudar a impulsar un nuevo momento histórico de reforma moral e intelectual de lo nacional-popular, de hegemonía cultural y movilización colectiva, hoy ausentes, sin los cuales es imposible imaginar triunfos políticos duraderos.
 
 
 
 
 
AMÉRICA LATINA: POR QUÉ SON CLAVES LAS ELECCIONES EN CHILE, BRASIL Y COLOMBIA
 
Página 12 de Argentina (https://bit.ly/3148Aad)
 
América latina se ha convertido en el epicentro de las mayores luchas políticas del siglo XXI porque fue el epicentro del neoliberalismo en el mundo. Era la región que tenía los gobiernos más neoliberales y radicales. Por lo tanto, pasó a ser la región donde se desarrollaron los gobiernos antineoliberales, convirtiéndose así en el escenario fundamental de las disputas más importantes del mundo en el siglo XXI.
La primera década del siglo estuvo marcada, en América latina, por el surgimiento de un grupo de gobiernos antineoliberales, que pusieron en práctica un conjunto de medidas que atacaron el principal factor que afecta al continente: las desigualdades sociales. La segunda década vio la reanudación de la iniciativa de la derecha, que restableció gobiernos neoliberales en países como Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, ya sea a través de golpes de Estado, como en Brasil y Bolivia, o mediante elecciones, Argentina y Ecuador.
Incluso a fines de esa década, en algunos de estos países -Argentina y Bolivia- se restablecieron gobiernos antineoliberales mediante elecciones democráticas. Mientras tanto, México se unió al grupo de gobiernos antineoliberales y otros países comenzaron a vivir disputas políticas abiertas, como Perú y Chile.
El continente entra en la tercera década del siglo XXI con una perspectiva optimista, si Lula es elegido en Brasil, permitiendo, por primera vez, que los tres países más grandes del continente tengan gobiernos convergentes, antineoliberales, que podrían retomar el proceso. de la integración latinoamericana de manera más amplia que los intentos anteriores.
Aunque se confirme esta proyección, el continente seguirá siendo víctima de inestabilidades y disputas hegemónicas, que lo han marcado a lo largo de este siglo. Esto sucede por una serie de razones, internas y externas a los países y al propio continente.
A nivel internacional, el surgimiento de gobiernos antineoliberales en América latina siempre ha tenido que convivir en un entorno marcado por la hegemonía de gobiernos e instituciones neoliberales. Esta convivencia fue siempre un factor de tensiones e inestabilidades, lo que dificultó la consolidación de aquéllos. Las políticas del FMI y del Banco Mundial, entre otros factores, jugaron en contra de las tendencias imperantes en los gobiernos antineoliberales, además de la acción de Estados Unidos, con todo el peso que sigue teniendo en el continente.
En un país como Brasil, ya han sido cinco años de inestabilidad y feroces disputas políticas, entre gobiernos neoliberales reinstalados a través de un proceso de guerra híbrida, como una nueva forma de golpe y ruptura de la democracia desde adentro. El año que viene promete la continuación del debilitado gobierno actual, conviviendo con el favoritismo de Lula para ser elegido –incluso en la primera vuelta de las elecciones de octubre de 2022-. Como dice el refrán, el país debería empeorar aún más, hasta que pueda mejorar, a partir de 2023.
Argentina, un país en el que se retomó un gobierno neoliberal con Mauricio Macri, que reveló brechas para reinstaurar el modelo neoliberal, con su incapacidad para resolver los principales problemas del país y ganar un apoyo social y político que le diera estabilidad. Rápidamente se debilitó y fue derrotado en las primeras elecciones presidenciales y Argentina retomó la senda antineoliberal.
Pero incluso el actual gobierno tuvo un revés en las elecciones de mitad de período, perdiendo una mayoría absoluta en el Congreso, aunque mantuvo una mayoría relativa. Lo que hace prever mayores dificultades para que Alberto Fernández gobierne en la segunda mitad de su mandato, con las próximas elecciones presidenciales en el horizonte.
En el caso de Bolivia, aunque el MAS ganó las nuevas elecciones presidenciales en la primera vuelta, la acción golpista impidió que Evo Morales y Álvaro García Linera se presentaran como candidatos. Se eligió a Luis Arce, quien había sido ministro de Economía durante 13 años, pero sin la experiencia política para asumir el cargo de presidente y sin el peso político de Evo Morales, quien asumió como presidente del MAS. David Choquehuanca asumió como vicepresidente, líder sindical y ex canciller, con más experiencia política, pero en su conjunto los nuevos líderes con menos experiencia para enfrentar la constante ofensiva opositora, que impide que el nuevo gobierno, aunque democráticamente elegido en primera vuelta, pueda gozar de la estabilidad indispensable para enfrentar los problemas económicos y sociales que sufre Bolivia.
El Perú vive las difíciles condiciones de un presidente electo por estrecho margen, contando básicamente con votos de la periferia del país, mientras la capital concentra las fuerzas de la derecha. Todavía Pedro Castillo no ha podido formar un gobierno con fuerzas estables que lo respalden; debió hacer concesiones al centro político, perdiendo el apoyo del mismo partido que lo eligió. Enfrenta un Congreso hostil, que tiene un mecanismo legal para imponer un juicio político al presidente, con el que constantemente es amenazado. El destino del gobierno de Castillo aún no se ha definido.
Chile ha vivido, desde 2019, el proceso más extenso de movilizaciones populares, que desembocó en la conquista de una modalidad de Asamblea Constituyente, para lo cual eligió a una mayoría de parlamentarios independientes, seguida de votantes por el Frente Amplio, que representa a la nueva izquierda del país. Comenzó a funcionar la Asamblea Constituyente, con decisiones progresistas que entierran permanentemente los legados sobrevivientes del pinochetismo.
Sin embargo, la primera vuelta de las elecciones presidenciales resultó en el liderazgo de un candidato de extrema derecha, José Antonio Kast, seguido de cerca por Gabriel Boric del Frente Amplio. El resultado de la segunda vuelta está en disputa, con el apoyo del principal partido de derecha a Kast y de la alianza Democracia Cristiana-Partido Socialista a Boric. Es una disputa abierta, pero que proyecta que la victoria de cualquiera de los dos no resolverá de una vez por todas la inestabilidad política que vive el país desde hace dos años.
La fuerza de los gobiernos y partidos antineoliberales en América latina aún es insuficiente para imponer una mayoría política y social estable, que permita la implementación de un programa antineoliberal, en alianza con otras fuerzas del continente. Parte de esto se debe a la falta de experiencia política - los casos de Bolivia, Perú y Chile -, otros a las condiciones internas muy adversas.
Entre estos se encuentran la hegemonía de valores neoliberales que sobrevivieron a un período anterior, entre ellos el estilo consumista -basado en el “estilo de vida estadounidense” -, las posiciones antipolíticas, antipartidistas y antiestatales, entre otras.
Las formas de judicialización de la política (lawfare) tuvieron un peso determinante en países como Brasil y Bolivia, además de la amenaza permanente de utilizar este mecanismo por parte de la derecha en varios países, reforzando tendencias de inestabilidad política.
Otro factor determinante es el peso de los medios de comunicación, dominados por fuerzas y posiciones conservadoras, que imponen consensos de derecha en la política y en los valores generales de la sociedad.
Las fuerzas antineoliberales aún carecen tanto de coordinación entre sí y, sobre todo, de un programa estratégico --además de las emergencias a corto plazo, para atender las necesidades urgentes de la población-- que proyecte transformaciones estructurales, un profundo programa de democratización del país-.
Hasta que esto sea posible, América Latina seguirá en crisis, con tendencias favorables para su tercera década del siglo XXI, a pesar de coexistir con factores de inestabilidad. Su futuro depende de las elecciones en Chile, Brasil y Colombia, principalmente. Además de la evolución de la situación interna de la crisis en Perú y Chile, además de los desarrollos en Argentina. Depende también de la capacidad de los gobiernos antineoliberales para superar los temas antes mencionados, incluidas las disputas ideológicas y superar, entre otros, el peso determinante de los medios de comunicación.
 
 
 
 
 
OPERADORES DE EVO MORALES NO SON REGISTRADOS EN MIGRACIONES AL MOMENTO DE INGRESAR AL PERÚ
 
En los últimos meses, Evo Morales arribó a suelo nacional en calidad como diplomático pese a que cumplió actividades proselitistas y no cuenta con ninguna función pública en el gobierno boliviano.
 
Gestión de Perú (https://bit.ly/3xyDSC6)
 
Una lista elaborada por la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) para la Dirección de Seguridad y Defensa de la Cancillería reveló que algunos operadores del expresidente boliviano Evo Morales no cuentan con registros migratorios de salida o ingreso al Perú.
“La cada vez mayor presencia e influencia de Evo Morales Ayma en el Perú, abrir espacios hacia una mayor politización de sectores extremistas sobre termas sensibles, como el cambio de la Constitución Política y la despenalización de la hoja de coca”, se lee en el informe difundido por Panorama.
Uno de los operadores de Evo Morales es Cecilio Máximo Ilasaca Quispe, quien registra como última fecha de ingreso y salida del país en enero del 2019; sin embargo, figura en diferentes medios de comunicación apareciendo en actividades proselitistas desarrolladas este año.
Además está Sebastián Felipe Gabriel, otro aliado de Evo Morales, quien no registra movimiento migratorio de ingreso o salida del Perú, pese a que estuvo presente en el I Encuentro Internacional de los pueblos originarios de Latinoamerica Qatum Willka Tinkuy, realizado el 31 de julio en Caral, Barranca.
Además, el informe de la DINI advierte que el pasado 10 de agosto ingresó al país por Desaguadero, Puno, una delegación del partido político boliviano MAS para participar en un foro con el Fenatep, gremio magisterial fundada por el presidente Pedro Castillo.
Ellos son: César Dockweiler Suárez, Óscar Barriga Arteaga, Ibeth Parra Villa Conde, Fernando Huanacuni Mamani, Sandra Mariscal y Cesia Vargas Águila.
En el informe no se detalla si sus ingresos fueron registrados, pero sí que, tras participar en el evento en Puno, partieron hacia la ciudad de Lima.
Otro operador de Evo Morales en Perú es el exviceministro de la coca Dionisio Núñez Tangara, y Delina Chile Mamani, exintegrante de la Federación Sindical de Campesinos del norte de Potosí. Ambos participaron en un evento en Pichari, el mismo día que Castillo Terrones llegó a aquel lugar.
En los últimos meses, Evo Morales arribó al Perú en calidad de diplomático pese a que cumplió actividades proselitistas y no cuenta con ninguna función pública en el gobierno boliviano. Diputados del país vecino vienen demandando una aclaración a sus autoridades al respecto.
 
 
 
 
 
PLANEAN INYECTAR GAS DE VACA MUERTA A PROVINCIAS DEL NORTE
 
La llegada de gas neuquino a Campo Durán (Salta) posibilitará disminuir las importaciones desde Bolivia y adecuar las modificaciones técnicas destinadas a invertir el sentido de flujo del gasoducto Norte.
 
El Tribuno de Argentina (https://bit.ly/3d0XLby)
 
El plan de gasoductos Transport.Ar contempla la finalización de un tramo de 100 kilómetros y la ampliación de compresión de Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), de manera de poder utilizar el tendido de forma inversa al inicialmente previsto -con sentido norte-sur- para poder transportar gas producido en Vaca Muerta a las provincias del norte argentino.
La iniciativa prevé una inversión de US$ 150 millones, y permitirá completar el proyecto iniciado en 2007 que quedó paralizado durante el gobierno de Cambiemos.
El gasoducto tenía la idea inicial de promover el abastecimiento de gas natural desde Bolivia a las provincias del Noreste Argentino (Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Entre Ríos y norte de Santa Fe), y contemplaba la concreción de 1.500 kilómetros de ductos troncales y otros 1.500 kilómetros de ramales.
La suspensión de la obra durante la gestión de Cambiemos cuando sólo faltaban 100 kilómetros de tendido de caños y los problemas de suministro desde Bolivia, obligaron a repensar sus objetivos, lo que explica las obras recientemente anunciadas por el Gobierno nacional.
La alternativa hoy es usar el gasoducto en sentido inverso, lo que permitirá inyectar el gas proveniente de la Cuenca Neuquina y llevarlo hasta Campo Durán en Salta, para luego continuar el transporte por el Gasoducto Norte.
En la actualidad, el GNEA se encuentra en servicio en forma parcial, y al finalizar los 100 kilómetros de tramo troncal faltante, y con la ampliación de compresión se cubrirán las demandas de Santa Fe, Chaco, Formosa y Salta, utilizando la conexión al gasoducto San Jerónimo-Santa Fe.
La llegada de gas neuquino a Campo Durán (Salta) posibilitará disminuir las importaciones desde Bolivia y adecuar las modificaciones técnicas destinadas a invertir el sentido de flujo del gasoducto Norte.
Se busca transportar 10 MMm3 /d firme todo el año, y el fluido será transferido al gasoducto Norte equilibrando así la oferta con la demanda esperada en Jujuy, Salta, Tucumán y Santiago del Estero.
A mediados de 2020, la empresa Integración Energética (Ieasa) decidió por disposición del presidente Alberto Fernández retomar las obras del GNEA, al levantar la suspensión que recaía sobre el proyecto desde 2018, lo que permitirá culminar la iniciativa que beneficiará a 378.000 hogares de esa región del país.
El GNEA es el único gasoducto de transporte de gas natural diseñado y construido por el Estado luego de que este servicio público fuera privatizado en el año 1992, y como tal fue declarado de Interés Público Nacional mediante el Decreto 267 del 2007.
 
 
 
 
 
ABRIRÁN LA FRONTERA CON CHILE MIENTRAS QUE CON BOLIVIA Y BRASIL SEGUIRÁN RESTRICCIONES
 
El paso será posible a través de Tacna. Sin embargo, el transporte terrestre de pasajeros a través de las regiones fronterizas de Puno y Madre de Dios se mantiene restringido.
 
La República de Perú (https://bit.ly/3lgObWC)
 
A través del Decreto Supremo N° 174-2021-PCM, publicado este domingo 28 de noviembre, el Ejecutivo dispuso una serie de medidas con relación a las fronteras. De ese modo, a partir de mañana, se permitirá que peruanos y extranjeros puedan ingresar al Perú desde Ecuador y Chile. No obstante, las restricciones se mantienen con los países de Bolivia, Brasil y Colombia.
Según la norma, el ingreso a territorio nacional desde Chile y Ecuador será cumpliendo con los protocolos de la autoridad sanitaria nacional, en coordinación con las autoridades competentes, apruebe.
De ese modo, los mayores de 18 años que deseen ingresar al país deben acreditar, de manera física o digital, haber completado su esquema de vacunación en el Perú o el extranjero. También permitirán la presentación de una prueba molecular (PCR) negativa, cuyo resultado sea obtenido dentro de las 72 horas antes. Las personas que muestren síntomas de la COVID-19 tendrán que cumplir con el aislamiento obligatorio.
“Durante el estado de emergencia nacional, se dispone el cierre temporal de las fronteras terrestres con la República de Colombia, el Estado Plurinacional de Bolivia y la República Federativa de Brasil”, se lee en el decreto supremo.
Ante esta situación, persiste la suspensión del transporte internacional de pasajeros por vía terrestre a través de Puno y Madre de Dios con esos países. Sin embargo, los peruanos y extranjeros residentes podrán ingresar al territorio nacional desde estos países cumpliendo con los protocolos que la autoridad sanitaria nacional apruebe. Tampoco habrá restricción para el transporte de carga y mercancía.
 
 
 
 
 
SE RECUERDAN 5 AÑOS DE LA TRAGEDIA DEL CHAPECOENSE EN COLOMBIA: SIN JUSTICIA Y CON UNA “SENSACIÓN DE IMPUNIDAD”
 
El Universo de Ecuador (https://bit.ly/3ljTip3)
 
Hace cinco años Brasil se despertaba con la peor tragedia deportiva de su historia. El avión del Chapecoense se estrellaba cerca de Medellín. Cinco años sin justicia y con una “sensación de impunidad” que aún entristece, según afirmó a Efe el exjugador Hélio Neto, uno de los seis supervivientes.
El vuelo LaMia 2933 despegó de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, con 77 personas a bordo, pero nunca llegó a su destino.
Entre jugadores, técnicos, directivos, tripulantes y periodistas murieron 71, que acompañaban al equipo a Colombia para la primera final internacional de su historia contra el Atlético Nacional de Medellín, en la Copa Sudamericana.
Era la noche del 28 de noviembre de 2016. Las primeras informaciones llegaron a Brasil en mitad de la madrugada.
“Son las 4 horas y 10 minutos. Estamos interrumpiendo la programación con una información preocupante y muy importante”, anunciaba la presentadora Monalisa Perrone en Globo, la cadena más influyente del país.
El país entró en shock. Después se supo que la causa del accidente fue la falta de combustible. Pero por detrás hay una ristra de negligencias. Y lo que queda un lustro después son familias en busca de culpables, desolación y un club ahogado en deudas.
“Estoy muy triste con todo, con todo lo que ocurrió en la tragedia, con todo lo que pasó y pasa dentro del club...”, expresó Neto, en la época zaguero y ahora superintendente de fútbol del Chapecoense.
“Lo que más duele es la falta de justicia, la sensación de impunidad. Una vez descubiertas las empresas que fallaron, no existe ningún castigo”, añadió.
El rompecabezas de las aseguradoras
Tras las detenciones de algunos directivos de LaMia y técnicos aéreos bolivianos -el último arresto fue el de Celia Monasterio en septiembre pasado en Brasil-, el caso se centra hoy en el papel de las aseguradoras y en las posibles irregularidades en la póliza contratada por la aerolínea.
En esta complicada trama aparecen, además de LaMia y el Chapecoense, la corredora de seguros AON, la aseguradora británica Tokio Marine Kiln y la reaseguradora boliviana Bisa.
Todavía hoy se suceden las demandas para encontrar a los responsables y obligarlos a indemnizar a las familias. Ya se han abierto procesos en Brasil, Bolivia, Colombia, Reino Unido y Estados Unidos, y el rompecabezas sigue sin resolverse.
En paralelo, una comisión en el Senado brasileño también investiga los hechos por su cuenta.
“El Chapecoense asumió su responsabilidad, el único que lo ha hecho” y ha firmado acuerdos para compensar a las víctimas, “pero las aseguradoras están retrasando los procesos”, denunció a Efe Gilson Sbeghen, presidente del club, que, como entidad, también ha recurrido a la Justicia para ser resarcido.
Desde 2017, el ‘Chape’ afirma haber firmado acuerdos extrajudiciales con aproximadamente el 85 % de los familiares. Otros 23 casos llegaron a los tribunales y los están pagando “religiosamente”, según señaló esta semana el vicepresidente jurídico, Ilan Nazário.
Nazário prevé que sólo terminarán de pagar sus compromisos económicos con las víctimas en “marzo de 2028″. Además, la entidad aún enfrenta otras once demandas pendientes de resolución.
Mala gestión y malos resultados
Y lo peor es que ocurrieron “otras tragedias tras la tragedia del avión”, provocadas principalmente por una gestión financiera “muy mala”, subrayó Neto.
“Tenemos una deuda de 140-150 millones de reales (25-27 millones de dólares), de los que 40-50 millones de reales (7-9 millones de dólares) son por la tragedia. El resto es mala gestión, no guardar el dinero, hacer contrataciones absurdas...”, enumeró el exdefensor.
En estos últimos cinco años, el Chapecoense descendió a la Segunda División en 2019, pero tan solo un año después consiguió ascender de nuevo a la élite del fútbol brasileño.
Entonces llegó la pandemia de coronavirus, que golpeó con dureza al club desde todos los ángulos, pues, además del agujero que ha dejado en los presupuestos, la covid-19 acabó con la vida del entonces presidente Paulo Magro en diciembre de 2020.
La temporada de 2021 está siendo para olvidar. El equipo, colista, certificó su descenso con siete jornadas de anticipación para el final del Campeonato Brasileño y, por el momento, sólo ha conseguido una victoria en 34 partidos.
“No esperábamos hacer una campaña tan mala”, confesó Sbeghen, quien considera que el Chapecoense necesita ayuda urgente porque todavía hay “muchas heridas por cerrar” del accidente.
 
 
 
 
 
COLOMBIA RECUERDA A LAS VÍCTIMAS DEL CHAPECOENSE EN EL LUGAR DE LA TRAGEDIA
 
Swissinfo de Suiza (https://bit.ly/3xM7A77)
 
La Unión, el pueblo colombiano donde cayó el avión del club brasileño Chapecoense, conmemoró este domingo los cinco años de la tragedia con un homenaje a las víctimas de la fatídica noche del 28 de noviembre de 2016 y refrendó la hermandad entre países.
En la vereda (aldea) de Pantalio, ubicada en el límite de los municipios de La Unión y La Ceja, tuvo lugar un emotivo encuentro para recordar a los 71 fallecidos, a los seis sobrevivientes y a los héroes que atendieron la emergencia esa noche en el Cerro Chapecoense.
Una escuela rural fue el escenario de la ceremonia donde ondearon las banderas de Brasil, Colombia, Bolivia, Paraguay y Venezuela y a la que acudieron diplomáticos, religiosos, funcionarios y pobladores de la zona que fueron testigos de la tragedia.
La conmemoración incluyó interpretaciones de una banda sinfónica, una ceremonia religiosa, sobrevuelo de helicópteros, intercambio de recuerdos y reflexiones.
"Un homenaje no es un adiós a los fallecidos, sino un hasta pronto", dijo el sacerdote José Giraldo, quien recordó que este accidente fue una "semilla de unidad" entre Colombia y Brasil.
HUELLA IMBORRABLE
Entre la multitud que vestía camisetas del Chapecoense y del Atlético Nacional, su rival en aquella final de la Copa Sudamericana que no fue, apareció la controladora aérea Yaneth Molina, quien se presenta como "la última persona que le prestó el servicio" al avión de LaMia que despegó de la escala en Bolivia con 77 personas a bordo, pero nunca que llegó al aeropuerto de Rionegro, cercano a Medellín.
"Es una huella que lleva uno marcada. Me siento feliz de estar acá conmemorando esa situación que fue tan difícil para todos. Hay que rendirles un homenaje. Es una manera también de sanación, de paz, de estar tranquilos", dijo a Efe Molina.
La voz de la controladora se entrecortó durante su intervención en el homenaje. Lo mismo le ocurrió al comandante de los bomberos de La Unión, Fabián Mejía, uno de los primeros en entrar a la zona del siniestro en el antiguo Cerro Gordo, ahora llamado Chapecoense, adonde llegan visitantes a orar por los muertos y conocer las historias detrás del rescate de los seis sobrevivientes.
El socorrista aún recuerda el fuerte olor a combustible, el miedo que recorrió su cuerpo y a los heridos enviando señales con luces.
"Es difícil recordar. Es difícil volver a caminar por estos senderos. Esa noche tuvimos miedo por la responsabilidad que estábamos asumiendo", contó Mejía a Efe.
Cinco años después de la tragedia, dice sentirse "un poco frustrado por no haber podido hacer más cosas" aquella noche en esa montaña del departamento de Antioquia.
MONUMENTO A LA HERMANDAD
El cónsul honorario de Brasil, Sergio Escobar, elogió la labor de "los héroes de aquel momento", entre ellos varios habitantes de La Unión.
También señaló que a partir del accidente "en Brasil hay un antes y un después sobre lo que se piensa de Colombia", pues se catapultó un sentimiento de "hermandad" y "solidaridad".
"Somos hermanos para siempre", expresó el diplomático, quien reveló que están llevando a cabo gestiones para levantar una escultura que "valide" esa hermandad.
Pero no será el único símbolo en el Cerro Chapecoense. El alcalde de La Unión, Edgar Osorio, reveló que quieren construir un santuario como "monumento de hermandad".
Mientras eso sucede, en el cerro ya hay una capilla y 71 cruces con los nombres de las víctimas mientras el relato de la tragedia lo siguen transmitiendo los habitantes de la zona, algunos de los cuales hicieron en sus casas pequeños museos con réplicas del avión, banderas, fotos y fragmentos de la aeronave para dejar inmortalizado al Chapecoense.
 
 
 
 
 
 
CHAMPINIESTA ASESORÁ EN EL CULTIVO DEL CHAMPIÑÓN EN BOLIVIA PARA LUCHAR CONTRA EL HAMBRE
 
La colaboración forma parte de un proyecto de cooperación del Grupo de Acción Local Adiman de emprendimiento agroecológico para la reactivación de la economía en el departamento de Tarija para el que el Ayuntamiento de Iniesta aporta 2.800 euros
 
Voces de Cuenca (https://bit.ly/3cXkvsW)
 
El ayuntamiento de Iniesta celebró en la tarde del jueves un pleno extraordinario  que comenzó con un alegato de repulsa a la violencia de género y en el que se aprobó, con todos los votos favorables, conceder subvenciones de cooperación al desarrollo destinando el 0,7% del presupuesto municipal, tal como recomienda la Organización de Naciones Unidas. Así pues, el alcalde, José Luis Merino, explicó que “a Iniesta le corresponde destinar 5.000 euros a proyectos de cooperación al desarrollo. De esa cantidad todos los años se aportan 600 euros a Cruz Roja y el resto los destinamos a proyectos que nos presentan en el ayuntamiento”.
Según afirmó el primer edil, este año el presupuesto de cooperación al desarrollo se destinará a dos proyectos: “uno de ellos lo presentó el párroco de la localidad, Miguel Ángel Solera, que colabora Manos Unidas, para la mejora de educación primaria e higiene de niños y niñas de distritos rurales de Lugazpi, en Uganda”. Para este proyecto se destinarán 1.600 euros. “Lo que buscamos desde el equipo de gobierno es que los proyectos a los que destinamos subvenciones estén vinculados a Iniesta”.
El otro proyecto, que se gestiona a través del Grupo de Acción Local Adiman y para el que se aportarán 2.800 euros, es de emprendimiento agroecológico para la reactivación de la economía en el departamento de Tarija, Bolivia, donde se desarrollan proyectos para garantizar la seguridad alimentaria de varias comunidades. Estos proyectos los ejecutan sobre el terreno las asociaciones Nativa y Asocio. En este punto Merino destacó la vinculación de estos proyectos con la localidad ya que uno de ellos, que es la siembra de champiñón, se lleva a cabo con la asesoría técnica de la cooperativa Champiniesta y quiso agradecer a la empresa local su colaboración desinteresada. El alcalde ha visitado este mismo mes de noviembre todos estos proyectos en Bolivia como vicepresidente de Adiman y como alcalde de Iniesta, ya que en años anteriores el ayuntamiento también ha destinado subvenciones a estas asociaciones bolivianas.
Elección Juez de Paz
En esta sesión de pleno extraordinario también se llevó a cabo a la elección del Juez/a de Paz y Juez/a de Paz Sustituto/a, que se renueva cada cuatro años. En esta ocasión, para Juez de Paz titular se presentaron cinco aspirantes y el pleno voto de forma unánime a Pablo Miguel Hernández Pajarón, actual Juez de Paz.
Para Juez/a de Paz sustituto/a se presentaron tres aspirantes y el pleno voto, también de forma unánime, a la actual Jueza de Paz sustituta, Natalia Iniesta García.
Otros puntos del pleno
El Pleno aprobó también con todos los votos favorables otros puntos del orden del día en los que se recogía un convenio con la Diputación de Cuenca para delegar en ella la protección de datos del Ayuntamiento; otro convenio –también con la Institución provincial- para regular la delegación de gestión, recaudación e inspección de los tributos locales y demás ingresos de derecho público y la gestión de la recaudación ejecutiva, y un expediente de modificación de créditos por suplementos con cargo al remanente de tesorería. Una de las modificaciones más importantes en las que el alcalde se detuvo para explicarla fue en la partida para licitar y adjudicar el proyecto del centro de mayores de Iniesta: “hemos implementado con 26.000 euros esta partida para alcanzar un total de 51.000 euros ya que este centro de mayores es una verdadera necesidad para la localidad, una histórica demanda de los mayores en la que queremos avanzar para que sea una realidad en los próximos años”.


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